Comenta: José Antonio
"Es tan pobre
que sólo tiene dinero". Ésta es la frase que resume la esencia de
"Vive como quieras", la película de Frank Capra que Laura llevó a
muestro Cineclub. Con ella, la exótica familia protagonista describe al
multimillonario padre del novio de una de sus miembros. "Vive como
quieras" reivindica el placer de disfrutar de las cosas sencillas y vivir
haciendo aquellas cosas que a uno le gustan. El argumento parte de la historia
de amor entre los dos protagonistas que pertenecen a familias de planteamientos
y formas de pensar antagónicas.Tony Kirby, interpretado por James Stewart,
proviene de una familia de millonarios y empieza a salir con una de sus
empleadas, Alice Sycamore, que encarna Jean Arthur. La historia de la familia
de ella requiere una explicación. El abuelo Vanderhof decidió hace treinta años
que tenía ya suficiente dinero para vivir y se retiró de los negocios para
disfrutar de la vida. Cada miembro de la familia se dedica a hacer aquello que
más le gusta porque ya tienen sus necesidades básicas cubiertas. El poner a
compartir mesa y mantel a las dos familias y el choque de personalidades es el
motor que mueve esta comedia que rodó Fank Capra en 1938. Para añadir algo más
de tensión al asunto, resulta que el edificio en el que viven es precisamente
el único cuyos propietarios se niegan a vender, lo que impide a los Kirby y su
empresa ejecutar un pelotazo urbanístico. Resulta cuanto menos curioso que la
policía esté investigando a este grupo familiar por considerarlos peligrosos
anarquistas, unas personas que lo único que quieren es disfrutar de la vida y
hacer aquello que les gusta. La crítica de fondo al capitalismo está latente, ya
que parece como si en este sistema lo único que prima es competir con los demás
y machacar al rival, acumulando únicamente por el placer de acumular y sin
disfrutarlo.
Capra es el máximo
exponente de las películas del new deal, obras que pretendían devolver el
optimismo y contribuir a la regeneración moral de una sociedad hundida tras la
crisis de 1929. Dada la crudeza de aquella recesión, no es de extrañar que
muchos de los planteamientos del cine de Capra cobren especial vigencia en los
tiempos actuales. "Vive como quieras" fue la primera película de
Capra que tuvo a James Stewart como protagonista y para mi era desconocida
hasta ahora. Las otras dos colaboraciones entre ambos fueron "El caballero
sin espada" y el gran clásico "Qué bello es vivir". En ellas se
muestra a individuos enfrentados a un sistema corrupto y para luchar contra él
no tienen otra arma que sus principios y su honradez. Puede que algunos tilden
a Capra de blandengue, pero yo prefiero que alguna vez ganemos los individuos
frente a los poderosos y los corruptos, por mucho que algunos insistan en que
en la realidad el sistema acabe aplastando al individuo. Porque a mi también me
gusta ir al cine a soñar, aunque no en el sentido en que lo hacen otros
miembros del Cineclub de los que no diré nombres. Las películas de Capra son
patrióticas, pero sería injusto colocarle la etiqueta de americanadas. Capra
defiende ante todo al individuo frente a los sistemas. Al ser Estados Unidos el
lugar donde vive, reivindica al ciudadano americano y a su derecho a rebelarse
contra instituciones corruptas. No en vano, Estados Unidos era el referente de
democracia en los años 30 y no hay que olvidar que en la vieja Europa algunos
de sus países habían optado por apoyar regimenes fascistas que estaban legitimados
por las urnas. Capra tenía muy claro que una cosa eran los intereses de los
ciudadanos de un país y otra los intereses de los gobiernos de turno. Sus
personajes son personas humildes, sencillas y trabajadoras dispuestas a hacer
los sacrificios que sean necesarios para enfrentarse a las injusticias. Cuentan
que en la vida real Capra era una persona profudamente pesimista y que el
optimista que trasmitía en sus películas era precisamente la terapia que
utilizaba para combatirlo. No sé si al le llegó a funcionar, pero cada vez que
termino de ver una de sus películas siempre consigue trasmitirme buen rollito y
salir sonriente a la calle. Los finales felices siempre nos hacen recordar que
es posible soñar con un mundo mejor.
2 comentarios:
Película de 1938 que mantiene una vigencia más actual que nunca pues aunque ahora estemos en democracia, los ciudadanos necesitamos luchar más que nunca por nuestros derechos.
Y no hablaré de política.
Capra es muy polìtico.
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