El cine y la literatura se ha dedicado muy habitualmente a imaginar cómo será la humanidad dentro de unos años. Para unos puede ser un lugar paradisíaco o un lugar sombrío en el que el ser humano es un mero instrumento de un estado totalitario. Este es el futuro sombrío que ofrecía “Doce monos”, una de las primeras propuestas que nos trajo Pepe al Cinegolfa y que repasamos en la sección Remember.
“Doce monos” está dirigida por el ex Monty Python Terry Gilliam y ofrece un futuro muy negro para la humanidad. Más pesimista aún que Brazil, otra incursión futurista del director. La superficie del planeta ha quedado inhabitable por los efectos de un devastador virus de laboratorio que fue liberado en la década de los 90 matando a millones personas, en lo que parece ser un ataque terrorista. Todo apunta a que los autores fueron los miembros de un grupo radical llamado el Ejército de los Doce Monos. Los hombres viven hacinados en cuevas húmedas y frías. Bruce Willis es un recluso que resulta elegido como “voluntario” para viajar atrás en el tiempo y averiguar el origen del virus para tratar de impedir la masacre.
El problema es que nadie le cree. Si se nos aparece un tío medio sonado que dice que viene del futuro con la misión de salvar a la humanidad, lo más normal es que todo el mundo piense que es un chiflado. Y ahí es donde lo mandan, al manicomio. La película juega con esa delgada línea que separa la cordura de la locura, dejando la duda de si la historia de Willis es cierta, o se trata de los delirios de una mente paranoide. En su viaje en el tiempo entablará amistad con dos personas, otro enfermo mental y una bella psiquiatra, El primero está encarnado por Brad Pitt y es quien está destinado a ser el futuro líder del Ejército de los Doce Monos. La psiquiatra es Madeleine Store que se acaba enamorando de Bruce Willis y ayudándole en su misión. ¿Es amor o síndrome de Estocolmo? (¿Es un personaje malvado por no hacer su trabajo en lugar de dar alas a las fantasías conspiranoicas de su amante?). La banda sonora, detestada por algunos, sirve para reforzar ese viaje al interior de la locura.
El mito de Casandra contaba la historia de una mujer a la que se le otorgaba el don de ver el futuro y las tragedias que quedaban por venir; pero la maldición de que nadie la creería y por tanto no podría evitarlas. En esta situación, es en la que se encuentra Bruce Willis. Además, con esto de los viajes en el tiempo, está encerrado en un bucle destinado a repetirse eternamente. A fuerza de ver la película repetidas veces, queda la esperanza de que alguna vez consigan avisar a tiempo e impedir la debacle de la humanidad.
4 comentarios:
Gran comentario! Sólo una cosa: la música del trailer no es de la película (de hecho, si el oído no me engaña, es de la banda sonora de Dracula de Bram Stoker). Es bastante habitual, por otra parte, que los trailers se monten con música de otras pelis porque la banda sonora es de las últimas cosaas que se acaban en una película.
Aquí tenéis el tema principal:
http://www.youtube.com/watch?v=EKKo1Q2h9w4
Y aquí la bonita música de la escena final (el que no haya visto la peli, que escuche la música pero que no mire las imágenes):
http://www.youtube.com/watch?v=2gaAdhiF77g&NR=1
Cierto hay bandas sonoras recurrentes que se usan para montarlas en trailers. La de Speed, Aliens el regreso, Black Rain, son algunas que han sido recicladas muy a menudo.
Qué cosas!
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