Comenta: José Antonio
Imagina un mundo en el que se ha acabado la pobreza, los conflictos bélicos y se han dado por superadas la xenofobia o la discriminación en función del sexo. El trabajo ya no es un medio para acumular riqueza porque el dinero no existe y su finalidad es mejorarnos como personas. A todos (o a casi todos, o quizá solo a algunos) nos gusta imaginarnos utopías, nuestros mundos perfectos. Dada la película que toca en el comentario, muchos pensarán que estoy hablando de Basilio Martín Patino y su "Paraísos", que Esther nos trajo a nuestro Cineclub. En realidad estaba hablando del ideario político de "Star Trek" (si algunos meten sin venir a cuento el mito de la caverna a ver por qué no voy a poder hablar yo de Star Trek), pero imagino que Basilio Martín Patino también sueña con un mundo así. Pero mientras que Star Trek busca esos referentes en el futuro, la mirada del veterano director mira hacia el pasado. Proyectos de sociedades y comunas perfectas que lograron una armonía social.
"Paraísos" forma parte de una serie de televisión de 1996 de siete episodios titulada "Andalucía un siglo de fascinación". Siete falsos documentales (sí, otra vez estamos ante un falso documental) para hablar de las esencias de Andalucía: el flamenco, la copla, la mujer andaluza, el campesinado, etc. En "Paraísos", la organización de unas jornadas sobre la utopía y las primeras comunidades socialistas sirve de base para presentarnos unos proyectos imaginarios donde supuestamente se logró la armonía social: el falansterio de Tempul (Los falansterios son comunidades rurales autosuficientes, que serían la base de la transformación social. Copiado de mi Wikipedia); el Humanisferio y el monasterio de Cuervo. Las entrevistas, los datos históricos, la aparición de planos dan la sensación de que estamos ante proyectos reales que una vez existieron. Incluso una de las protagonistas se pasean por las ruinas de uno de estas utópicas comunidades. Sin embargo, el director a lo largo del metraje nos va dando pequeñas pistas que nos van permitiendo ver que estamos ante una obra de ficción, algo que queda más patente a medida que se acerca el final. Uno de los organizadores del congreso es dueño de un peculiar gimnasio; en mitad del documental en el que todos han estado hablando del socialismo hasta las orjas van a despedir como una familia feliz a una de sus compañeras que les despide sonriente desde su yate privado; ese anciano que rememora una de estas comunidades utópicas mientras es asistido con una mascarillas de oxígeno; incluso al final, cuando todos deciden poner en marcha su propia comunidad utópica aarecen planos de las obras en las que uno trabajo mientras los otros miran.
Según leo, la serie fue todo un gol por la escuadra a los directivos de Canal Sur cuando encargaron a este director salmantino una serie de documentales sobre Andalucía. Martín Patino es uno de los directores más peculiares del panorama cinematográfico español, que con el género del documental siempre se ha sentido como pez en el agua, aunque no tenga que ser real lo que se cuente en ellos.Uno de los pocos rebledes que nos van quedando y que, alcnazada ya una edad, ha descubierto que puede hacer lo que le da la gana.
Como imagino que el índice de comentarios será tan masivo como la audiencia de estos documentales, para animar el debate planteo la siguiente pregunta (aunque el que escriba podrá hablar de lo que quiera): A lo largo de nuestras sesiones de Cineclub ¿hemos tenidos más utopías o distopías? Yo diría que lo segundo.
P. D.. Ante la ausencia de imágenes para ilustrar el comentario, incluyo unos vídeos para conocerle un poquito mejor. El primero es el arranque de una de las películas más conocidas del director: Canciones para después de una guerra; el segundo es una entrevista con él; y el tercero es un fragmento de otro capítulo de la serie de la que forma parte Paraísos, éste capítulo es Casas Viejas.