Comenta: José Antonio
Eres más falso que un documental del
Golfa. Ésta es una expresión que pronto podría pasar a engrosar el lenguaje
popular a tenor de la gran cantidad de los que en los últimos meses hemos
tenido ocasión de ver. Nuestro compañero Manuel nos trajo hace unas semanas
"This is Spinal Tap", un falso documental del año 1984 que se
encuadra en el género de la comedia sobre un supuesto grupo de rock que había
evolucionado desde una estética beatleniana en los 60 a una banda de heavy metal
norteamericana de los 80.
Dirige el invento Rob Reiner, uno de esos
directores que entre los 80 y los 90 lograron títulos de gran repercusión
comercial como "Cuando Harry encontró a Sally", "Cuenta
conmigo", "La princesa prometida", "Algunos hombres buenos",
"Misery" o "Algo para recordar", entre otras. "This is
Spinal Tap" es una de sus primeras películas y su formato es más
televisivo. Tengo que reconocer que nunca había oído hablar de ella a pesar de
que algunos la colocan en esas absurdas listas sobre las mejores películas en
la historia del cine. Según la revista Empire, estaría en el puesto 50 de una
lista de 500. Manuel en su presentación la colocaba en otro puesto más alto en
otro ranking: el top ten de películas con las que la gente miente cuando dicen
que la han visto. En el caso de España, no es raro que sea desconocida, ya que
jamás se ha estrenado y sólo está disponible en circuitos de Versión Original.
Así que el que te contó que esta peli había perdido mucho con el doblaje es uno
de esos mentirosillos. Tras haber visto esta rareza (y yo no miento) diría que
no está mal, pero tampoco es para tanto.
El documental empieza cuando Spinal Tap,
un grupo británico con más de veinte
años de trayectoria a sus espaldas, se traslada a los Estados Unidos. A través
de las entrevistas vemos su descenso y decadencia. En el caso de que se tratara
de un documental real y un grupo real, habría ciertas cosas que no podrían
meterse en esta peli ni de coña. Aquí vemos las peleas entre sus miembros, sus
malos rollos, las censuras de la discográfica, etc. Cosas impensables si fuera
un documental real en el que saliera gente con nombres y apellidos. También se
aprovecha para cachondearse de las bandas de heavy metal de los 80. La estética
de los rockeros es hortera a más no poder, y las letras tienen unas metáforas sobre temas sexuales que son
vulgares por lo evidentes que son. El grupo tiene hasta su propia leyenda
negra: sus baterías no les duran mucho y siempre lo pierden en dramáticas y
misteriosas circunstancias. Asistimos, pues, al ascenso y caída de Spinal Tap hasta que
al final los vemos resurgir de sus cenizas.
Todo el reparto está lleno de grandes
veteranos. Algunos de sus nombres no nos dicen nada, pero todos ellos están
presentes en muchos títulos que han pasado a la cultura popular. Por citar un
ejemplo. El nombre de Harry Shearer, probablemente no dirá nada a nadie. Sin
embargo, la perspectiva cambia cuando nos dicen que es el actor que lleva
poniendo voz durante más de 20 años a Bart Simpson, así como a varios personajes
de la ya mítica serie de la familia amarilla (como el señor Burns, Smithers,
Ned Flanders, el reverendo Lovejoy y una larga lista de secundarios más que no
voy a repetir pero que da una idea de la gran cantidad de registros de los que
es capaz). Todos los miembros del reparto son grandes amigos en la vida real y
suelen participar en otras películas de Reiner, aún haciendo cameos y pequeños
papeles. Incluso después de la película han seguido juntándose como Spinal Tap,
ofreciendo conciertos y lanzando al mercado hasta tres discos. Así es como el
documental falso, finalmente se convirtió en auténtico.