martes, 30 de diciembre de 2008

Dos hombres y una mujer




Propone: Pepe
Comenta: José Antonio


“El baile” fue la última propuesta de Pepe para nuestras sesiones de cine golfa. Cine español del clásico, que no de barrio. Un poco difícil se me hace este comentario porque ante una presentación tan completa como la que hizo Pepe, va a parecer que me limito a decir lo mismo.

Cuando hablo de cine clásico y no de barrio me refiero a que estamos ante una pequeña joyita del cine español. Más en la línea de la comedia sofisticada que de Sor Citroen y otros productos patrios similares. El director es Edgar Neville y el trío protagonista está formado por Alberto Closas, Rafael Alonso y Conchita Montés. Se trata de una adaptación de 1959 de una obra teatral escrita por el propio Neville unos años antes. Trata de la historia de dos hombres enamorados de la misma mujer. Uno es el marido. El otro es el antiguo pretendiente, que perdió a la novia después de haberse ido una temporada a Filipinas. El escenario es el salón de la casa en la que prácticamente viven los tres.


La película tiene una estructura claramente teatral y está dividida en tres actos claramente diferenciados. A lo largo de la historia asistimos a tres momentos muy concretos de la vida de estos personajes, separados por varios años de diferencia.
El primer acto es más primaveral. Asistimos a la juventud de los personajes, que están todavía en la flor de la vida. Son momentos para los celos, las frases ingeniosas y los intercambios de puyas. Los dos enamorados no están dispuestos a que Adela vaya a un baile de máscaras con una túnica griega “muy indecente”.

El segundo acto es el de la madurez y la película empieza ya a bascular entre la comedia y el drama. Han pasado veinte años y todos siguen igual. Con más años encima, pero igual. Es su última noche juntos antes de que la fatalidad entre en sus vidas. Aquí quien no haya visto la película más le vale no seguir leyendo porque le voy a joder el final. Los dos amigos descubren que su adorada Adela sufre una enfermedad Terminal y se enfrenta a sus últimos días. Los dos amigos tratan de hacer planes para lograr que su amada sea feliz en lo poco que le queda de vida.
El tercer acto es el ocaso. Los dos amigos son dos ancianos que cuidan de su nieta (que es el vivo retrato de Adela). Los dos la siguen adorando y ella les adora a ellos. El amor persiste, aunque de otra manera. Claro. La esencia de Adela sigue viva en esa joven, que alegra la vida de esa pareja de esos dos entrañables ancianos.

Snif. Qué potito.

martes, 9 de diciembre de 2008

Érase una vez un país...

Propone: Amalia
Comenta: Juli

Érase una vez Yugoslavia. El debut de Amalia en nuestro GOLFA se produce con esta película de Emir Kusturica de 1.995 titulada Underground.

¡Fanfarrias y trompetas!

¡Putas y comida! Empieza el espectáculo del cine de Kusturica.
¡Uno que se va de putas mientras las bombas le caen alrededor, excitándose cada vez más!
¡El otro come tranquilamente mientras las bombas destrozan su salón!

¡Y se van a la guerra! A combatir contra los nazis.

Historia de dos amigos con bigote enamorados de la misma mujer. Ante la caída de uno, el otro le crea un universo paralelo, donde varias personas son felices en un bunker surrealista de una guerra inacabable. Mientras el otro, en el mundo real, con esa guerra acabada, cimienta su prestigio y su fortuna en el aprovechamiento de ese submundo tipo Fraguel Rock donde sus amigos, que lo admiran, se dedican a la lucrativa industria armamentística. La política y la crítica social se mezclan en esta historia de un nuevo rico, héroe del pueblo y dirigente del Partido, y de sus esclavos que viven en su sótano, ajenos a la realidad.

Seguiría con el tema
mas Religión y Política,
son cosa que en estatutos
no permiten exabrutos,
y así alejo de esta crítica
mi opinión de aquel sistema.

Más fanfarrias y más trompetas!


Es una historia de evolución de la personalidad, de cómo las pasiones se entremezclan con la economía y de cómo el amor y el respeto se transforma en odio (al amigo) o en hastío (hacia la pareja).


Traca final en la nueva guerra de la desfragmentación de Yugoslavia. La realidad invade aquel universo surrealista donde las personas del submundo han vivido tanto tiempo. Para ellos la guerra continua. Desolación y muerte, la guerra, fanfarrias y trompetas.

De repente otro universo surrealista invade la realidad, llenándola de fanfarrias y trompetas, de personajes olvidados que desfilan en cantos y bailes.



¿Película surrealista o Realismo Mágico llevado al cine?
¿Buñuel o García Márquez?

¿La Caverna de Platón o el Sótano del Miedo?

Ahora opinad.


P.D.: enlace recomendado muy completo donde además de la película cuentan el contexto histórico y la cronología de los acontecimientos en aquello que se dio en llamar Yugoslavia:

jueves, 27 de noviembre de 2008

Golfa Remember: Torpes al poder




Ciclo: II
Propuso: Julián
Rememora: José Antonio

La tostada siempre se cae al suelo por el lado de la mantequilla. Cuando pises una caquita del suelo, lo harás cuando lleves chanclas y en el momento en que te doblas el pie en el suelo. Las llaves al caer acabarán colándose por el hueco del ascensor. Las monedas se te atascarán en el bolsillo en el momento que te toca pagar y esté el típico impaciente detrás.

No tengo muy claro si las siguientes situaciones son propias de la Ley de Murphy, o es un día cotidiano en la vida de Peter Sellers, un actor marcado por los dos personajes que le han hecho pasar a la Historia del cine: el inspector Clousseau y Hrundi V. Bakshi.

Golfa Remember tiene el placer de recordar hoy el segundo premio golfa a la mejor película: El Guateque, de Blake Edwards y del año 1968. Después de tantas semanas analizando la figura del héroe ahora tenemos a Hrundi V. Bakshi, interpretado por Sellers. Un tipo tan torpe y patoso que debe ser elevado a la categoría de héroe sólo por el mero hecho de tener tan dudosas aptitudes en la era de la competitividad, la perfección y de los cuerpos Danone. Bakshi es un desastre andante y donde su caballo pisa no vuelve a crecer la hierba.

He conocido gente que no soporta ver a alguien tan patoso y que no le hace ni puñetera gracia. En mi caso (y creo que en el de la mayoría porque la votamos para mejor película), me acuerdo de una frase de “Big Fish” que le viene como anillo al dedo. No es textual, porque la escribo de memoria, pero dice algo como esto: “En algunas ocasiones has escuchado el mismo chiste tantas veces, que deja de hacerte gracia. De repente un día, vuelves a escucharlo y recuerdas porque te divertía tanto y ríes como si fuera la primera que lo escuchaste”. Pues esto es lo que me ha pasado a mí con El Guateque. Tras haberla visto mil veces y haber llegado a pensar que estaba anticuada, aquella noche nos reímos a carcajada limpia y volví a acordarme de lo buena que era.
El argumento es de sobra conocido. Un actor hindú que actúa de extra en Hollywood arruina una gran superproducción al hacer gala de sus cualidades anteriormente citadas. El productor lo incluye en una lista negra para vetarle en cualquier película, pero se equivoca y lo incluye en la lista de invitados de la fiesta que va a dar en su mansión. Las meteduras de pata de Bakshi en la casa es la base de la historia, que van “in crescendo”. Vamos que cada vez las hace más gordas.
La película suponía el reencuentro entre Peter Sellers y Blake Edwards que llevaban años sin hablarse. Según cuentan en los extras del DVD, su enemistad vino tras las películas del Inspector Clousseau. El origen de esa enemistad fue el enfado interno de Sellers al verse superado por la fama que le causó ese personaje, cuando a él le gustaría más ser recordado por otro tipo de papeles, como los que interpretó en “Teléfono Rojo Volamos Hacia Moscú”, de Stanley Kubrick. Finalmente un día actor y director superaron sus diferencias y volvieron a juntarse para hacer una nueva película juntos, con un nuevo personaje tan torpe o más que Clousseau. Eso lo dejamos para el debate. Si lo hay.
La película está planificada como una historia de dibujos animados de la Warner con una sucesión de gags Es de destacar, que la película no tenía ni guión y en muchas ocasiones se recurría a la improvisación. Entre Sellers y Edwards iban explorando el decorado de la casa a ver qué nuevas ocurrencias podían hacer ese día. Donde esté esta improvisación que se quite la de “Shadows” (¿No, Juli?). La película además generó una innovación cinematográfica. Ya que El Guateque era sucesión de sketchs (en español, paridas), era vital ver cuanto antes cómo habían quedado las tomas. Por eso, Edwards incorporó unas videocámaras a las cámaras de cine, que permitían ver en vídeo en el acto cómo había quedado todo en una tele en el cuarto de al lado. Antes, hasta que no se reveleba la película no podía verse el resultado. En la era digital de hoy esta innovación puede parecer una tontería, pero entonces fue un avance revolucionario. No se trata para nade de la película insulsa que algunos pretenden describir. Hay de fondo una crítica a la superficialidad de Hollywood, con frases como “Nena, si no te acuestas conmigo tu carrera en el cine está acabada”, mujeres alcoholizadas y, eso también, camareros.
Así es como esta película, que iba a ser una modesta comedia y se iba improvisando sobre la marcha con un grupo de actores encerrados en una casa, se convirtió en un clásico de la comedia. El dúo Sellers-Edwards siguió trabajando tras su reconciliación con esta película, con nuevas entregas de la saga de La Pantera Rosa. Desgraciadamente, estas secuelas estuvieron por debajo de la calidad de otros trabajos anteriores.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Kramer vs. Kramer

Propone: Miguel
Comenta: Lorena

Miguel nos trajo Kramer contra Kramer, una bonita película con la que Robert Benton casi consigue el pleno al cinco en las categorías principales de la ceremonia de entrega de los Premios Oscar del año 1979. Le falló Meryl Streep, la cual se tuvo que conformar con el galardón a la mejor actriz de reparto. La película narra la historia de Ted (Dustin Hoffman), un hombre absorbido por su trabajo y un poco desatento con su mujer (Streep) e hijo (Justin Henry). Un día, llega a su casa y se encuentra con que su mujer ha decidido abandonarles a él y a al niño para ir a reencontrarse consigo misma.



Comienza así una etapa en la que tendrá que ejercer de padre soltero y suplir el papel de una madre, al tiempo que dedicar todas sus fuerzas al trabajo. Pasado un año y medio, cuando la relación con su hijo marcha sobre ruedas, la madre aparece para pedirle la custodia del niño.

Entonces empieza un proceso judicial en el que el espectador, inducido por la óptica del director, se pone de parte del padre, al cual ha visto evolucionar a lo largo de la película. Sin embargo, de la madre sólo sabemos que se va y vuelve, sin pararnos a pensar que en ella también ha habido un cambio, un proceso de maduración que le ha empujado a querer recuperar a su hijo. Es esa madurez la que finalmente le hace ceder la custodia del pequeño al padre, al darse cuenta de que su relación con el niño nunca podrá volver a ser la misma.



Toda mujer tiene derecho a realizarse, como Meryl Streep en la película, que se siente anulada por un marido que, inconscientemente, le hace sentirse muy pequeña. Pero creo que, cuando una mujer decide tener un hijo de forma voluntaria, éste debe de formar parte de su realización. Ambos pueden crecer al mismo tiempo. Una mujer se puede divorciar de su marido, pero no de su hijo. En la vida hay tiempo para cuidar de un hijo a la vez que luchas por realizarte. De hecho Dustin Hoffman lo consigue.





martes, 18 de noviembre de 2008

Golfa Remember: La innombrable


Ciclo: II
Propuso: Iván
Rememora: José Antonio


Hoy nos toca otro hito de los Golfa Remember. Empezaré diciendo que se creó un premio expresamente para esta película. Al final, no se lo llevó por culpa de una votación claramente injusta, pero eso es otra historia. Algún día el tiempo hará justicia y pondrá a esta obra justo en el sitio que le corresponde.
Tengo que decir que he vuelto a ver la película para poder hacer este comentario con un mínimo de rigor y total objetividad. No os preocupéis si creéis que divago, pero todo este rollo que estoy metiendo tiene un propósito. Creedme. Tras este nuevo visionado, he sentido exactamente las mismas sensaciones que tuve la primera vez que la vi. ¡Ay qué recuerdos los de aquella tarde de domingo en el Golfa! (Como esa semana tuvimos nuestra primera entrega de premios, pusimos el Golfa en domingo). Todos atravesamos un torrente de sensaciones intensas durante la proyección. De hecho, desde ese preciso día, cada vez que viene un invitado siempre suele tener especial interés en saber si es Iván el que va a poner la película. Así nacen las leyendas.
Sé que es mucha responsabilidad la de escribir sobre una obra tan importante, por lo que no me decidía a emprender la tarea. Al final, me armé de valor y la pinché en mi cola de la Mula. El archivo tenía nada más y nada menos que 275 fuentes. Para el que no sepa de estas cosas, diré que son bastantes. Total que la peli se bajó en una noche. Y aquí estoy en mi primer día de vacaciones, solo en casa, con la oportunidad de volver a disfrutarla. A los quince minutos de película, me interrumpe una llamada de teléfono. Es un tal Mario González de ya.com. La verdad es que no sé qué coño vende, porque le colgué el teléfono antes de que empezara a echarme el rollo. Cuando más o menos llevaba una hora, nueva interrupción. Esta vez es mi padre que llega a casa. “Pero ¿qué coño estás viendo?”, dice. Y a la hora y veinte, acaba. Por fin.
¿Adivináis qué película es? ¿Por qué tanto rollo antes del comentario? Chico, no sé. Hay tantas cosas tan interesantes de las que se pueden hablar antes que de la película, que prefiero hablar de ellas. Perfectamente este comentario podría terminar aquí. Ya podéis dejar de leer porque ahora es cuando empiezo mi análisis.
Señoras y señores. Miembros y miembras. Con todos ustedes, “Pi. Fe en el caos”. Primer trabajo cinematográfico de Darren Aronofsky del año 1998. Imprescindible película de culto para unos, insufrible bodrio pretencioso para otros. La cosa va más o menos de lo siguiente. Max Cohen es un matemático que está obsesionado con encontrar una fórmula que permita predecir las fluctuaciones de la Bolsa. Encontrar la armonía matemática dentro del caos. Sin embargo, la fórmula que acaba encontrando le lleva al número Pi. Es la combinación numérica que lo controla todo. Es, en esencia, la realidad matemática de Dios.
El gran reproche que la religión siempre le ha hecho a la ciencia es que la reducción de la realidad a números no puede ser el único método de conocimiento. Hay realidades que los meros datos no pueden reflejar, como los sentimientos y las emociones. La ciencia dice que Dios no existe, porque no hay pruebas de su existencia. Los defensores de la fe dicen replican que la ciencia pura y dura no puede demostrar nunca la existencia de Dios. Según este principio, Dios existe porque la ciencia es un método de conocimiento imperfecto que no puede explicar ciertas realidades. Una de ellas, la divinidad. Pero hete aquí, que accidentalmente el insoportable protagonista de nuestra historia descubre accidentalmente a través de Pi el patrón de Dios en la creación. No sé que tendrá que ver Dios con la Bolsa. Pero, a juzgar por esto de la crisis, diría que a la Bolsa no la entiende ni Dios. La fórmula es tan compleja, que funde todo ordenador por la que pasa. Al protagonista, no se le ocurre otra idea que memorizarla en su cabeza. Desde el principio, sufre terribles migrañas. Una vez memorizado el número, estas jaquecas van a más. Son insoportables. Sólo le alivia la idea de calmarlas clavándose objetos punzantes en el cerebro. Mientras, le persiguen una corporación empresarial y una cábala judía que quieren hacerse con el control de la fórmula. Casi al final, nuestro Max se rapa la cabeza, y ¿sabéis qué forma tiene una cicatriz que encuentra en su cabeza? Pues eso, el símbolo de Pi. Claro, al final tiene que hacerse una lobotomía forzosa para extraerse este conocimiento de la mente.
Película rodada en un blanco y negro sucio, con banda sonora tecno rechinante, que busca deliberadamente inquietar al espectador. Escenas de sueños en los que aparecen cerebros en medio de la estación o en el lavabo. Moscas, cucarachas y bichos que se electrocutan en el complejo sistema informático que el protagonista tiene en su desastroso cuatro. Ordenadores que sueltan líquidos viscosos. Efectos todos que buscan causar este desasosiego mientras se pretende contar una historia trascendente. El problema es que Aronofsky no es Kafka y tampoco tiene ni idea de matemáticas. Es el inconveniente de tratar de ser pretencioso cuando haces tu primera película con 29 años. Porque en el fondo, es una chorrada más en la línea de El código da Vinci. Sólo que ésta está dirigida por alguien que se cree un Autor. Los monjes del Opus que van matando a tiro limpio, con el cilicio colocado en la pierna, aquí son sustituidos por cuatro trajeados de Wall Street y cuatro rabinos, que van persiguiendo al protagonista por una estación de Metro.
La primera vez que oí hablar de la película fue hace unos nueve años cuando todavía trabajaba en Benidorm. Me mandaron a hacer una entrevista a un chaval de Bellas Artes que había hecho un corto, inspirado en ella. Ay, ya vuelvo a divagar de nuevo. Pero es que hay tantos temas de conversación mejores. Dicen que la próxima del Aronofski es un remake de Robocop. En serio, está previsto estrenarla en 2010.
Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Sed de Cine


Propone: Juli
Comenta: Pepe


Hoy traemos a nuestro cineclub, después de un paréntesis por el que pedimos disculpas a nuestros lectores (si es que queda alguno), la genial película de Orson Welles "Sed de mal", película fronteriza protagonizada por Charlton Heston, Janet Leigh, Akim Tamiroff, Marlene Dietrich, Zsa Zsa Gabor y el propio Orson Welles.

Heston está genial en el papel de un policía mexicano de recta moral enfrentado a toda una panda de mafiosos fronterizos y policías corruptos norteamericanos, capitaneados por el personaje al que da vida Orson Welles, en uno de sus papeles más redondos, y no sólo por la redondez de su obesidad, sino por lo matizado de su actuación. Una especie de Jack Falstaff oscuro, desprovisto del encanto bufonesco del personaje de Shakespeare que el propio Welles interpretó en Campanadas a medianoche, también proyectada en nuestro club.

Sólo con la sinopsis ya vemos la voluntad transgresora de Welles, que abofetea a sus bienpensantes compatriotas con una película en la que los malos son los americanos y el héroe un hombre del otro lado de la frontera. Para la Norteamérica de aquellos años, y para la actual, para el concepto mismo de América, es muy importante la visión del mundo como un lugar peligroso que amenaza con su maldad el reducto de bienestar, democracia y valores positivos que sólo lo americano puede representar, salvaguardar y difundir.
Pero la frontera, omnipresente escenario del film, ya desde su magistral plano inicial, celebérrimo plano secuencia de tres minutos de duración, es también la metáfora en la que se mueven los personajes, siempre al filo de la navaja entre lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo amoral, el bien y el mal, en definitiva, a punto de caer de un lado o del otro, hasta que al final, lo hacen, para que nos enteremos de que las cosas no eran del todo como pensábamos, que aún con la resolución final se abre una nueva línea de debate, un elemento de desasosiego, un matiz más, la constatación última de que ninguno de los personajes, y por extensión ninguno de nosotros, está al cien por cien de un lado de la frontera, que todos somos, de una manera u otra, fronterizos.
En la secuencia inicial, que aquí os dejo, la cámara deambula de un lado a otro de la frontera, ejemplificando con su elegante movimiento toda la película que le seguirá, todo aquello de lo que hablábamos antes. Con estas cosas, no es dificil comprender por qué ésta y otras películas de Orson Welles son famosas precisamente por su manera de abrir fuego:

jueves, 16 de octubre de 2008

GOLFA REMEMBER: Botijos en el espacio exterior


Propuso: Juli
Ciclo: 1
Rememora: José Antonio


Nuevo día de revival y hoy he elegido la que fue premiada como la primera mejor de película del Golfa: “El milagro de P Tinto”.

Una de las primeras propuestas de Julian para el cineclub y que fue aclamada por el público y la crítica. La cosa parece que va de extraterrestres mezclado con el misticismo castizo español de Marcelino Pan y Vino, porque en ésta también hay. No son las plantas de los ultracuerpos, pero beben gaseosa que no veas, llevan un rolex de oro, cuyo dueño les persigue al grito de "Mariconasooooo".

"El milagro de P Tinto" es la primera película de Javier Fesser y lleva al máximo el humor absurdo hasta crear un universo propio. Lo llaman comedia surrealista. Muchos la comparan con "Amelie", pero para mi está más cerca del Mortadelo y Filemón de Ibáñez. No en vano, la adaptación al cine de los agentes de la TIA fue la siguiente película de los hermanos Fesser. La mano de Gomaespuma se deja ver por aquí, ya que Guillermo Fesser es el hermano del dire y Juan Luis Cano hace algún que otro pinito con la banda sonora. (Oígase El Ovni Formidable).

La mayoría de las comedias actuales, tanto nacionales como de importación, tienen cuatro partos más o menos potables y que te machacan una y otra vez en el trailer para animarte a que vayas a ver la peli. Cuando te decides a verla, te encuentras con esos cuatro partos y con escenas en medio para rellenar hasta completar una hora y media, o dos horas, según se tercie. No es el caso de P Tinto. La verdad es que no vi el trailer en su día, pero seguro que el resultado de la película acabada es mucho mayor de las expectativas que cada uno se crea. No se puede decir únicamente que tiene unos buenos efectos especiales y una buena banda sonora, que también los tiene no os vayáis a creer.

Éste fue el motivo por el que yo fui uno de los defensores de esta película cuando se votaron los premios, generosamente patrocinados por la familia Peláez. (El que no haya pillado este chiste que se ponga a ver la peli).

El sueño de P. Tinto (Luis Cigés) fue tener una familia numerosa. Pero hay dos cosas que el pobre nunca tuvo muy claras. Una son los secretos del misterio de la santísima trinidad y otro el verdadero significado del tralarí tralarí (proceso que sustituye a la cigüeña en eso de traer niños al mundo).

Por eso, y a pesar de los numerosos esfuerzos que hacen, ni él, ni su pobre esposa ciega Olivia consiguen traer un niño a este mundo. Y eso que tienen un próspero negocio de obleas ("si no saca usted lo del automático revienta") y una casita junto a la vía de un tren que pasa cada 25 años.

Cuando llegan a la vejez, descubren que la adopción es un método tan bueno como cualquier otro para tener niños. Primero, consiguen una pareja de extraterrestres y finalmente les llega el P Tinto que esperaban: se llama Joselito, pero le llaman Panchito, y además es negro, mandinga para más señas. La llegada del tierno infante, fugado de un sanatorio mental de una potencia extranjera, trae los consiguientes recelos entre los hermanitos.

La película tiene numerosos momentos impagables, como ese astronauta vestido con un traje de Michelín, lo afrodisíaco que puede resultar un festival de Eurovisión, esa máquina del tiempo en un motocarro (al estilo de la de Regreso al Futuro) con una imagen San Nicolás plantada en el morro, la propuesta de hacer hostias con sabor a queso de tetilla, toda una línea de herramientas marca "Mikasa" para reivindicar el producto "aspañó", frente a la marca “Acme” norteamericana (sí, ésa que sale en los dibujos del Correcaminos) y un homenaje al ET de Spielberg, entre otras cosas.

Todo comentario que se haga de esta película se queda corto y es mejor verla. Yo me la puse otra vez antes de escribir esta reseña. A disfrutarla. Sobre todo los nuevos si no la han visto.

viernes, 10 de octubre de 2008

A LA HORA SEÑALADA

Propone: Pepe
Comenta: Juli

¡Para que luego digan que en España se traducían los títulos al tuntún!

Esta peli se llamó en la Península Ibérica SOLO ANTE EL PELIGRO, yen Argentina se llamó A LA HORA SEÑALADA, traducciones ambas poco literales del inglés HIGH NOON.

Y es que si nos atenemos a la traducción literal, MEDIODÍA, no es un título que pudiera vender mucho, ni siquiera contando entre sus intérpretes a un Gary Cooper en lo más alto de su fama (1952) y a una Grace Kelly debutante. Sinceramente, creo que estuvieron más acertados ambos traductores con el título que la productora, pero empiezo a ponerme cansino con este tema, así que lo dejo aquí.

De qué va la película no lo cuento, porque es mejor verla (es mu güena y mocionante del tó), pero sí puedo contar algunas curiosidades, como que el guionista, que era judío, se presentó ante la Inquisición de la época, llamada Comité Parlamentario sobre Actividades Antiamericanas, que cazaban brujas y en vez de pegarles fuego, las ponían en una lista negra. Luego, Carl Foreman, que así se llamaba este señor, diría que se vio Solo ante el peligro, como el protagonista de su propia película, ya que, ante el citado Comité, no quiso dar detalles del guión porque le gustaban mucho las sorpresas y si lo hacía, se las podían estropear.

Ganó cuatro Oscar: Mejor Actor Gary Cooper, mejor montaje, mejor BSO, y mejor canción, y fue nominado a otros 3: Mejor película, mejor dirección, mejor guión adaptado. También ganó dos Globos de oro, al mejor guión y a la mejor actriz de reparto (Kathy Jurado), y lo de los globos y la actriz no pretendo que sea un juego de palabras. Aquí tenéis la canción ganadora del oscar:


Por cierto, hablando de la Jurado, se peleó con la Kelly y no se podían ni ver, por lo que la última escena la tuvieron que rodar por separado.

Lo mejor de esta película es sin duda, el mosqueo que pillaron por el argumento Howard Hawks y John Wayne, que pensaban que los Sheriffs debían valerse por sí mismos y no les hacía falta recorrer el pueblo buscando ayudantes, así que les dio por filmar dos peliculillas. Así que GRACIAS, GARY COOPER, CARL FOREMAN y FRED ZIMMEMAN (el dire), por haber hecho esta película. Las peliculillas en venganza son, nada más y nada menos que RÍO BRAVO y EL DORADO, ¡casi ná!

Miembros del GOLFA, si no las habéis visto, no sé a qué esperáis. Quizá notéis que se parecen un poco entre sí, pero da igual, al menos están a la altura de Solo ante el peligro.

¡Uf parezco un plagio barato de la Wikipedia!

Es que el tema del héroe ya lo hemos comentado bastante con la película del asesino de ruiseñores, y hoy estoy un poco cansado y no me sale ponerme trascendente. Quizá en los comentarios si me provocáis, lo haga.

Por último un enlace muy intenso e interesante sobre el tema:

viernes, 3 de octubre de 2008

Atticus Finch

Propone: Lorena
Comenta: Laura



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Matar a un ruiseñor, película de 1962, que fue premiada con tres oscar, a actor, guión adaptado y dirección artística. Cuenta bajo la interpretación del gran Gregory Peck la historia de Atticus Finch, un abogado sureño. La historia de …¿un héroe?
En el instante posterior a ver la película, pensé que si. Que era la muestra de un gran héroe. Viudo, a cargo de dos hijos, abogado intachable, ciudadano prototipito a imitar y defensor de las causas perdidas, sin olvidar, atractivo y apuesto.
El gran Atticus Finch, que dejo incluso una frase hecha, ejemplificando su espera de cuidador que finge estar distraído, mientras lee…(Hay quien a esto le llama “hacer el Atticus Finch”)
Pero después de macerar la historia y el poso que dejó en mi. Ya no creo que Atticus sea un héroe, no. Para nada. Un gran hombre si, pero no un héroe.
En “Banderas de nuestros padres” unos de los jóvenes que vuelven de la guerra por colocar una bandera, rememora desde su ancianidad y lo explica muy bien: Se crean héroes para animar y dejar un ejemplo de la perfección y modelo a seguir, que rápidamente trasformamos en un mito, y por lo tanto en figura ideal e irreal. Al hacer esto dejamos las acciones de estos valerosos seres, en manos de nadie. Lo dejamos en manos de la irrealidad. De la imposibilidad.
Nadie se considera a si mismo un héroe, ni por supuesto considera que se haya realizado nada imposible.
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Así, que no, Atticus no es ningún héroe, es solo un gran hombre, fiel a sus principios de respeto al prójimo, sea quien sea y del color que sea. Un buen padre y un gran abogado, que defiende la inocencia hasta que sea demostrado lo contrario, y en su momento y con ayuda, ejerce de buen juez, que evalúa el peso de la realidad, para no dejar a ésta la decisión de… matar a un ruiseñor…