martes, 30 de diciembre de 2008

Dos hombres y una mujer




Propone: Pepe
Comenta: José Antonio


“El baile” fue la última propuesta de Pepe para nuestras sesiones de cine golfa. Cine español del clásico, que no de barrio. Un poco difícil se me hace este comentario porque ante una presentación tan completa como la que hizo Pepe, va a parecer que me limito a decir lo mismo.

Cuando hablo de cine clásico y no de barrio me refiero a que estamos ante una pequeña joyita del cine español. Más en la línea de la comedia sofisticada que de Sor Citroen y otros productos patrios similares. El director es Edgar Neville y el trío protagonista está formado por Alberto Closas, Rafael Alonso y Conchita Montés. Se trata de una adaptación de 1959 de una obra teatral escrita por el propio Neville unos años antes. Trata de la historia de dos hombres enamorados de la misma mujer. Uno es el marido. El otro es el antiguo pretendiente, que perdió a la novia después de haberse ido una temporada a Filipinas. El escenario es el salón de la casa en la que prácticamente viven los tres.


La película tiene una estructura claramente teatral y está dividida en tres actos claramente diferenciados. A lo largo de la historia asistimos a tres momentos muy concretos de la vida de estos personajes, separados por varios años de diferencia.
El primer acto es más primaveral. Asistimos a la juventud de los personajes, que están todavía en la flor de la vida. Son momentos para los celos, las frases ingeniosas y los intercambios de puyas. Los dos enamorados no están dispuestos a que Adela vaya a un baile de máscaras con una túnica griega “muy indecente”.

El segundo acto es el de la madurez y la película empieza ya a bascular entre la comedia y el drama. Han pasado veinte años y todos siguen igual. Con más años encima, pero igual. Es su última noche juntos antes de que la fatalidad entre en sus vidas. Aquí quien no haya visto la película más le vale no seguir leyendo porque le voy a joder el final. Los dos amigos descubren que su adorada Adela sufre una enfermedad Terminal y se enfrenta a sus últimos días. Los dos amigos tratan de hacer planes para lograr que su amada sea feliz en lo poco que le queda de vida.
El tercer acto es el ocaso. Los dos amigos son dos ancianos que cuidan de su nieta (que es el vivo retrato de Adela). Los dos la siguen adorando y ella les adora a ellos. El amor persiste, aunque de otra manera. Claro. La esencia de Adela sigue viva en esa joven, que alegra la vida de esa pareja de esos dos entrañables ancianos.

Snif. Qué potito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! ¿Hay alguien ahí?
Por cierto, una peli muy bonita, pero con un comentario tan conseguido es difícil aportar algo nuevo.

Anónimo dijo...

Hombre Juli, un comentario por fin. Feliz año nuevo a todos, golfos.