viernes, 27 de junio de 2014

Lisístrata 2.0


Propone: Nando
Comenta: Rubén

En la Atenas del año 411 antes de Cristo, el comediógrafo griego Aristófanes estrenaba Lisístrata, su nueva comedia. Por aquellos años, Esparta estaba ganando la Guerra del Peloponeso. Miles de griegos morían en el territorio heleno y la contienda parecía no alcanzar nunca el final.
¿Qué pretendía el autor con esta obra cómica estrenada en un ambiente tan mísero? Una fuerte denuncia contra la guerra. Y, de paso, apuntaba un sistema para conseguir la tan anhelada paz: Las mujeres atenienses y espartanas, la mujeres de toda Grecia se reúnen para convocar una huelga de sexo contra sus maridos y amantes mientras no firmasen el fin de la guerra. Las mujeres toman una iniciativa política para lograr lo que los hombres no habían conseguido en veinte años. Mientras dure la guerra, no habrá sexo. Parafraseando con una pizca de humor a Vegecio: Si vis coitum, para pacem.


Saltamos cronológicamente hasta el 2011 de nuestra Era. Nos dirigimos a un país sacudido por la guerra como es Líbano. Allí, la directora de cine Nadine Labake (Caramel, 2007) rueda su película ¿Y ahora, a dónde vamos? En esta cinta, las mujeres de un pequeño pueblo libanés, cansadas de llorar a sus familiares varones muertos por la guerra religiosa, deciden unirse al margen de sus creencias para intentar poner paz y evitar que mueran más seres queridos de uno y otro bando. En esta ocasión no es una huelga de sexo, pero sí es para poner fin a una guerra.
En este mismo año, el director Radu Mihaileanu (del que ya vimos El Concierto) graba la película La fuente de las mujeres, tomando un poco de allí y de allá. De allí, de la obra aristofánica, toma la idea de que las mujeres hagan huelga de sexo para lograr su objetivo, que si bien es cierto que es algo más trivial que la paz, es igual de importante para la supervivencia y el día a día de su aldea. De aquí, del filme libanés, toma parte de la estética y el frente común femenino organizado.


Es decir, en la película que ahora comentamos, las mujeres de un pueblo indefinido, en algún lugar del norte de África u Oriente Medio, deciden ponerse en huelga de sexo para conseguir que los hombres, trabajando juntos, hagan una canalización para acercar el agua de un arroyo hasta el pueblo. Algo tan sencillo se vuelve titánico. Las pequeñas cosas a veces son las más importantes.
Toda la película, por otra parte, es una bonita metáfora del agua como fuente de vida. El adagio Sin agua no hay vida” es harto conocido, y en algunas canciones que entonan las mujeres de la película se canta que el marido no debe olvidar regar a la mujer, como si fuera una flor, para que sea fértil. Pero si el agua es vida, la sequía que amenaza la región es la muerte. Sin cultivos, están abocados a la hambruna; y la aldea sin hijos está condenada a la desaparición.


Evidentemente, el peso de la película recae sobre las mujeres pues es un film cargado de feminidad. Por su parte, los hombres quedan desplazados, marcados fuertemente por los síntomas del machismo. Sin embargo, no valen generalizaciones pues ni todas las mujeres pactan la huelga ni todos los hombres encarnan valores negativos. Hay, además, algunas otras notas que muestran la difícil situación en que se vive en esos países. Pero la unión hace la fuerza.

Y es que el amor, ya se sabe, es el arma más poderosa del mundo.




viernes, 13 de junio de 2014

De paradoja en paradoja

Propone: Miguel
Comenta: Jose Antonio


Había escrito un comentario de Los cronocrímenes, película que nos trajo Miguel al Golfa, pero un problema informático hizo que lo perdiera. Sólo con haber guardado los cambios ese incidente (putada) podría haberse evitado. Sabiendo lo que ya sé, es normal fantasear con la posibilidad de ir hacia atrás en el tiempo y corregir errores que con un simple aviso podrían haber impedido algo. Pese a todo, presiento que esta versión 2.0 del comentario va a ser mucho mejor. Quizá yo mismo desde el futuro provoqué el error informático, sabiendo que el texto que había escrito quizá no era tan bueno. Algunos diréis que estoy divagando mucho y no termino entrar en materia, pero como ya dije (no fue aquí, fue en el otro texto. Los de la realidad alternativa ya lo leyeron), ésta es una película en la que el guión es un puzzle perfectamente ensamblado. Las piezas se nos van dando a lo largo del metraje, provocando giros continuos de la historia y sorpresas. Lo mejor es que el espectador complete por sí mismo el rompecabezas y que no le dén la solución antes de resolverlo. ¿Dónde estaría la gracia entonces? Por eso, no querría extenderme mucho en lo que es el argumento y mejor que hable de las ideas que la película expone.


Los cronocrímenes es el primer largo de Nacho Vigalondo estrenado en 2007. Ciencia ficción a la española de muy alto nivel. En su día, se esperaba que se convirtiera en un éxito mundial, pero creo que los resultados no fueron los esperados. La película trata del tema de los viajes en el tiempo y las paradojas temporales, un tema que se nota que el director conoce muy bien. Vigalondo termina una película aparentemente muy sencillita, sin grandes efectos especiales, ni enormes presupuestos, muy pocos personajes y un amplio dominio del tema que trata. Las modestas pretensiones de la obra hacen que a veces no se tome demasiado en serio a sí misma y se permita algún momento de cachondeo. Lo cual también es de agradecer. Es una aportación muy digna al tema de los viajes en el tiempo. Algunos la colocan en el top ten de las pelis de este subgénero. Una de las cuestiones principales del argumento es el tema de las paradojas temporales, algo que en el debate el respetable no parecía tener muy claro lo que era. Y esto será lo que voy a intentar explicar ven el comentario.


En algún sitio he leído que el tiempo es lineal y siempre va hacia adelante. Algunos físicos sostienen que si en un futuro se crearan máquinas en el tiempo, sólo se podrían viajar hacia al futuro, nunca al pasado. Como estamos en el terreno de la ficción, imaginar que viajamos al futuro o al pasado es gratis. El destino del viaje es el que uno prefiera. Ver lo que seremos o estudiar como éramos, procurando eso sí causar las menos contaminaciones posibles a la línea temporal. Es buen momento para hablar del llamado "efecto mariposa". Hay películas con este título, pero no las he visto y las obviaré para no meter la pata. Parte de un principio por el que el batir de las alas de una mariposa en un extremo del mundo, puede provocar causando un tsunami en el otro. Hasta el más insignificante de los acontecimientos puede tener una trascendencia crucial en el modo en que luego ocurrirá todo. Se puede ir al pasado para tratar de cambiarlo, pero hay tantas variables que es posible que la cosa no salga redonda y logremos consecuencias imprevistas.Hay un relato en el que un equipo de científicos viaja atrás en el tiempo, concretamente a la Prehistoria. Accidentalmente uno de ellos pisa una hormiga y el relato describe los acontecimientos que se van poniendo en marcha con este hecho aparentemente insignificante. Cuando acaban volviendo a su tiempo los protagonistas se encuentran con que hay un nuevo presidente en los Estados Unidos. Pero, insisto, estos son cambios en la línea temporal que se limitan a crear otra realidad nueva.


En las adaptaciones de "La máquina del tiempo" de H. G. Wells, el protagonista viaja hacia el futuro. No hay paradojas posibles porque el protagonista va hacia delante en el tiempo. La paradoja se produce cuando alguien viaja al pasado siendo la causa de lo que ocurrirá en el futuro. Sí podría ocurrir una paradoja, cuando él vuelve a su tiempo. Por ejemplo, si utilizara el conocimiento del futuro para tratar de cambiar la historia. Pero eso no lo sabemos porque la historia acaba cuando el protagonista vuelve a casa.
En "Regreso al futuro" hay un viaje al pasado, pero tampoco se producen paradojas temporales. Marty McFly llega a los años 50 y accidentalmente cambia la historia, concretamente el modo en que sus padres se conocieron y enamoraron. Un acontecimiento insignificante para el mundo, pero de gran trascendencia para la vida de nuestro protagonista en un pequeño pueblecito estadounidense. Se genera una nueva realidad alternativa con los cambios que él ha realizado, pero tampoco hay paradoja. Sólo cambia la historia que ya conocíamos por otra nueva.
La paradoja sí se produce en el caso de Terminator. Kyle Reese y el cyborg T-800 llegan de un futuro en el que la humanidad está en guerra contra las máquinas. La máquina busca matar a la madre del futuro líder de la resistencia antes de que éste nazca, mientras que el humano ha ido a evitar que eso pase y se cambie el tiempo. Reese se enamora de Saran Connor y acaba siendo quien la deje embarazada del futuro salvador de la humanidad. Aquí no se ha cambiado la línea temporal, ha pasado lo que debía de ocurrir porque Reese siempre ha sido el padre de John Connor. De hecho, cuando él lo envía al pasado sabe perfectamente que en ese viaje acabará dejando embarazada a su madre. El círculo se cierra y ocurre lo que debió ocurrir.
Hay un efecto parecido en Doce monos, cuando el protagonista de niño se encuentra con su yo futuro. Aquí no hay paradojas tampoco, ni realidades alternativas, ni nada porque realmente en el viaje en el tiempo no se logra cambiar nada. Los protagonistas están atrapados en un bucle que se repite una y otra vez.

¿Confusos? Pues en "Los cronocrímenes" todo esto de las paradojas y el efecto mariposa lo tenéis muy bien explicadito. Y es que, como dice Vigalondo, el momento crucial de la peli es cuando sale la tía en pelotas.