jueves, 16 de octubre de 2008

GOLFA REMEMBER: Botijos en el espacio exterior


Propuso: Juli
Ciclo: 1
Rememora: José Antonio


Nuevo día de revival y hoy he elegido la que fue premiada como la primera mejor de película del Golfa: “El milagro de P Tinto”.

Una de las primeras propuestas de Julian para el cineclub y que fue aclamada por el público y la crítica. La cosa parece que va de extraterrestres mezclado con el misticismo castizo español de Marcelino Pan y Vino, porque en ésta también hay. No son las plantas de los ultracuerpos, pero beben gaseosa que no veas, llevan un rolex de oro, cuyo dueño les persigue al grito de "Mariconasooooo".

"El milagro de P Tinto" es la primera película de Javier Fesser y lleva al máximo el humor absurdo hasta crear un universo propio. Lo llaman comedia surrealista. Muchos la comparan con "Amelie", pero para mi está más cerca del Mortadelo y Filemón de Ibáñez. No en vano, la adaptación al cine de los agentes de la TIA fue la siguiente película de los hermanos Fesser. La mano de Gomaespuma se deja ver por aquí, ya que Guillermo Fesser es el hermano del dire y Juan Luis Cano hace algún que otro pinito con la banda sonora. (Oígase El Ovni Formidable).

La mayoría de las comedias actuales, tanto nacionales como de importación, tienen cuatro partos más o menos potables y que te machacan una y otra vez en el trailer para animarte a que vayas a ver la peli. Cuando te decides a verla, te encuentras con esos cuatro partos y con escenas en medio para rellenar hasta completar una hora y media, o dos horas, según se tercie. No es el caso de P Tinto. La verdad es que no vi el trailer en su día, pero seguro que el resultado de la película acabada es mucho mayor de las expectativas que cada uno se crea. No se puede decir únicamente que tiene unos buenos efectos especiales y una buena banda sonora, que también los tiene no os vayáis a creer.

Éste fue el motivo por el que yo fui uno de los defensores de esta película cuando se votaron los premios, generosamente patrocinados por la familia Peláez. (El que no haya pillado este chiste que se ponga a ver la peli).

El sueño de P. Tinto (Luis Cigés) fue tener una familia numerosa. Pero hay dos cosas que el pobre nunca tuvo muy claras. Una son los secretos del misterio de la santísima trinidad y otro el verdadero significado del tralarí tralarí (proceso que sustituye a la cigüeña en eso de traer niños al mundo).

Por eso, y a pesar de los numerosos esfuerzos que hacen, ni él, ni su pobre esposa ciega Olivia consiguen traer un niño a este mundo. Y eso que tienen un próspero negocio de obleas ("si no saca usted lo del automático revienta") y una casita junto a la vía de un tren que pasa cada 25 años.

Cuando llegan a la vejez, descubren que la adopción es un método tan bueno como cualquier otro para tener niños. Primero, consiguen una pareja de extraterrestres y finalmente les llega el P Tinto que esperaban: se llama Joselito, pero le llaman Panchito, y además es negro, mandinga para más señas. La llegada del tierno infante, fugado de un sanatorio mental de una potencia extranjera, trae los consiguientes recelos entre los hermanitos.

La película tiene numerosos momentos impagables, como ese astronauta vestido con un traje de Michelín, lo afrodisíaco que puede resultar un festival de Eurovisión, esa máquina del tiempo en un motocarro (al estilo de la de Regreso al Futuro) con una imagen San Nicolás plantada en el morro, la propuesta de hacer hostias con sabor a queso de tetilla, toda una línea de herramientas marca "Mikasa" para reivindicar el producto "aspañó", frente a la marca “Acme” norteamericana (sí, ésa que sale en los dibujos del Correcaminos) y un homenaje al ET de Spielberg, entre otras cosas.

Todo comentario que se haga de esta película se queda corto y es mejor verla. Yo me la puse otra vez antes de escribir esta reseña. A disfrutarla. Sobre todo los nuevos si no la han visto.

3 comentarios:

cineclubgolfa dijo...

Pertinente rememoracion, precisamente ahora que se estrena lo nuevo de Fesser, "Camino", película en la que podemos ver un momentito a Ángela Boj, directamente emparentada con nuestra Taratela. Es decir, este chico Feser es como de la casa.

Anónimo dijo...

Jose Antonio, confiesa, seguro que cuando la volviste a ver te encontraste con detalles nuevos. A mi me pasa cada vez que la he visto (llevo ya 3 ó 4 veces), que siempre consigue sorprederme algún detalle nuevo.

Anónimo dijo...

Claro que la volví a ver. Confiesa ahora tú que ya lo sabías porque te lo dije. jejejeje