Comenta: Rubén
La Luna, la Selene griega. Nuestro
satélite que tanto ha atraído la atención de fantasiosos, escritores y artistas
se cuela una vez más por las rendijas del arte, del séptimo arte.
Mucho ha llovido desde que Luciano de
Samósata (o Samosata) escribiera su Historia verdadera donde se narra el
primer viaje a la Luna de la historia de la Humanidad y en el que se describe,
con su ironía y gracia característica, cómo son y cómo viven los selenitas.
Pero no fue el único caso en la literatura, basten a modo de ejemplo unas
citas, pues en el Siglo XVII encontramos una verdadera eclosión literaria de
este tema cuyo inicio nos lo proporciona Francis Godwin con su libro El
hombre en la Luna o Discurso de un viaje de allá por Domingo González, el raudo
mensajero, e incluso Cyrano de Bergerac escribió un libro titulado Historia
cómica de los Estados e Imperios de la Luna. Finalmente, Julio Verne
y su libro De la Tierra a la Luna inspiró a Georges Méliès para su
película Viaje a la Luna, el primer film sobre el tema pero no el único
pues volvió a abrir el cineasta francés una línea apasionante sobre el reino de
Diana. Sin ir más lejos, la última película que se desarrolla allí es Moon,
que data del año 2009, dirigida por Duncan Jones y con la que ganó varios
premios y múltiples nominaciones.
Es muy difícil ver la película que ahora nos
ocupa y no hacer un paralelismo, aunque sea pequeño, con 2001, Una odisea en
el espacio, película que también se desarrolla en parte en nuestro satélite
pues en Moon un único tripulante o habitante de una base lunar, llamado
Sam Bell (interpretado por Sam Rockwell), está asistido por un ordenador con
emoticonos llamado GERTY (interpretado por Kevin Spacey), y mucho más amable y
simpático que el HAL 9000 (interpretado por Douglas Rain) de 2001. Uno
programado para su propia supervivencia y el otro para la de Sam.
Sam Bell se dedica, gracias a un contrato por
un período de tres años, al mantenimiento de una base en la Luna de la empresa
“Lunar Industries” y al envío hacia la tierra del Helio-3 que allí se extrae,
como forma de energía limpia para nuestro planeta. Sin duda es mucho más
pacífico que el “Turbinio” enviado al planeta azul con el que Vilos Cohaagen se
enriquece en Marte y en Desafío Total, todo sea dicho.
Para pasar el rato y las horas muertas en la
base lunar, Sam se dedica al modelismo y tiene una bonita maqueta a escala de
un pueblo (al fin y al cabo, las maquetas son réplicas de originales) y también
se mantiene en forma hasta que alguna de las tres cosechadoras llamadas: Matthew, Mark y
Luke (¿un guiño a Stars Wars con Mark Hamill y Luke
Skywalker?) están cargadas con el susodicho Helio-3 y tiene que ir a
recogerlas. Es precisamente en una de estas salidas cuando la vida de Sam
empieza a cambiar radicalmente. Y como no quiero ser spoiler pues le
quitaría toda la gracia a la película, dejaré aquí mi comentario.
Tan sólo añadir que la película se puede
considerar una crítica hacia la explotación de las multinacionales sobre sus
trabajadores en su camino a maximizar beneficios minimizando costos. No obstante, y pese a las referencias que
aquí se han hecho a otras películas, el argumento y la trama de Moon son
originales, acariciando temas como la soledad, la rutina y la explotación
laboral. Ideas que no aparecen en las demás citas.
Por último indicar que la película contó con un
presupuesto de cinco millones de dólares y su recaudación fue casi el doble,
cerca de los diez.
11 comentarios:
La verdad es que la película de Jones me encantó, es casi una película de ciencia ficción intimista, sin grandes alardes en cuanto a efectos especiales, explosiones y espectacularidad. Esto no quiere decir que sea un aburrido ejercicio "a lo Tarkovsky" (como el solaris de Soderbergh, visto por aquí. La película es entretenida y las cosas que plantea están muy bien tratadas y dan pie a la reflexión.
En resumen, una buena película.
También me recordó un poco a Solaris, aunque la historia que cuenta no tiene nada que ver. Me he acordado de otra peli que vi hace muchos años que era de los 70, Naves misteriosas, con la que seguramente tendrá más parecidos.
Me gusta tu comentario Victor.
Fdo: Ivan
El comentario de Moon es mío, no de Víctor.
Sí, es posible que sea un guiño a Star Wars, por lo de Luke y Mark, pero también a Friends, por Mathew Perry
Esperaba que algún cinéfilo mucho más perito que yo consiguiera resolver el problema de Matthew. Y me alegra leer una posibilidad de un experto.
¿Alguna otra idea? Quizá en esa peli de los años 70, José Antonio...
La verdad es que nunca me habían llamado la atención los nombres de los módulos lunares. Pero ante este reto, no he podido resistirme a hacer una búsqueda de las palabras Luke, Mathew, Mark y Moon en el Google a ver que salía.
A juzgar por los resultados, creo que no tiene nada que ver con la saga Star Wars. Aquí va mi teoría:
En la misión lunar del Apolo 15 en el año 71 hay una mención a los cráteres: Mathew, Luke y Mark. A éstos se añade un cuarto crater: John.
Puede que no seas un cinéfilo perito, pero me sorprende que se te haya escapado que los cuatro nombres se corresponden con los nombres en inglés de los cuatro evangelistas: Mateo, Lucas, Marcos y Juan, dado que la antigüedad clásica sí que entra dentro de tu ámbito. Yo diría que los tiros van más bien por ahí, ¿no crees Victor? (como diría Iván).
En la película Moon no se menciona John, quizá por eso no hice una asociación, pues francamente no se me ocurrió la relación con los evangelistas.
Los Clásicos, por otra parte, no siempre estudian (o estudiamos) tradición bíblica.
En este caso, la wikipedia me fue muy útil para desentrañar el enigma. Aunque sólo es una teoría. No sé si he ganado el quesito de la pregunta de Trivial.
Pues no parece muy descabellado pensar que cada módulo lleve el nombre del cráter donde trabaja, y que en Jonh no haya tanto material para extraer. Y dudo mucho que se ponga a los cráteres nombres de la saga starwars.
Lo de citar friends espero que sea con intenciones humorísticas.
Sois unos tipejos muy interesantes.
FDO: ivan
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