Comenta: José Antonio
Hace poco que se han cumplido 20 años de los crímenes de
Alcàsser, donde tres jóvenes fueron brutalmente asesinadas. El principal
sospechoso, Antonio Anglés, se dio a la fuga sin que nadie sepa dónde se ha
metido. Pasado tanto tiempo, el juez del caso ha empezado los trámites para
declararlo prescrito, lo que supone que si Anglés apareciera de nuevo ya no se
le podría acusar por estos crímenes. Al hilo de esta noticia, en la sección de
comentarios de la web de un periódico, un lector decía indignado que en Estados
Unidos esas muertes jamás prescibirían y serían perseguibles siempre. Me llamó
la atención porque para denunciar las deficiencias del sistema de justicia
español ponía como ejemplo al país que más películas hace dedicadas a denunciar
la ineficacia del sistema. En todo este tipo de películas, suelen aparecer
jueces y fiscales conspirando para soltar a los culpables y joder a sus
desprotegidas víctimas, animando a todo hijo de vecino a que se tome la
justicia por su mano y se líe a tiros por la calle. Y así, tras esta larga
introducción, llegamos a la película que nos toca comentar hoy, “Un ciudadano
ejemplar” que nos trajo David a nuestro Cineclub, una historia que precisamente
habla de este tipo de cosas.
Dirgida por F. Gary Gary, especializado en thrillers
comerciales, está protagonizada por Gerard Butler y Jaime Foxx. En ella, el
“ciudadano ejemplar” del título es un hombre que ve cómo los acusados de matar
a su mujer y a su hija se van de rositas por culpa de un fiscal que hace un
pacto con el abogado de uno de ellos. Diez años después, el indefenso ciudadano
iniciará una despiadada venganza de la que no se librará nadie que haya tenido
algo que ver con esa farsa de juicio. Diez años porque es el tiempo que el
guionista ha considerado razonable para que el protagonista tenga tiempo de
planificar su meticulosa venganza. La película intenta ir un poco más allá de
ese mensaje con cierto tufo fascistoide de un sistema de justicia demasiado
blando, al colocar al ciudadano vengativo como otro peligro público que puede
ser más peligroso que los asesinos de los que se venga. En ocasiones, no sabes
si te están contando la historia del ciudadano vengativo, o la del fiscal a
quien acosa un psicópata, porque no terminan de decidir con qué carta quedarse.
En su afán por los giros inesperados y rizar el rizo, la historia pierde toda
la credibilidad y en algunos casos llega a dar carcajadas hasta alcanzar el
grado de gran astracanada, pretendiendo solamente dar espectacularidad. Uno de sus
principales problemas es que ni el director se toma en serio la historia que
está contando, aunque en todo momento intenta mantener un discursito solemne.
Siguiendo la lógica de su guión parece que el protagonista ya tenía planeado
que algún día alguien pondría esta peli en nuestro cineclub, por lo que se
haría el comentario en el blog y así él podría venir a por mí para ejecutar su
venganza.
Así que si queréis historias de venganza, os recomiendo
revisar “Oldboy” y hacer el correspondiente comentario en la sección Remember.
O incluso, “La venganza de Don Mendo”, en la que el título lo dice todo.
3 comentarios:
Llevamos unos días sin comentarios, porque quizás "sin comentarios" sea lo mejor que se puede decir de esta película.
Yo ya no me acuerdo de nada de esta peli, y eso que pensaba que me había parecido entretenida. ¡Lo que son las cosas!
Es que no sabes de qué lado ponerte: si del matón al que no le hicieron justicia o del picapleitos trepa.
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