viernes, 13 de marzo de 2009

Locuras de amor

Propuso: Pepe
Comenta: José Antonio


“Mucho ruido y pocas nueces” fue una propuesta de Pepe allá por los primeros ciclos de los Golfa y una adaptación de Shakespeare de Kenneth Brannagh cuando todavía se encontraba en estado de gracia. Brannagh desempolva una obra desconocida para el gran público del dramaturgo británico y la convierte en una refrescante comedia que se mantiene muy actual.

Si las locuras que se pueden cometer en nombre del amor pueden generar grandes tragedias, Shakespeare se ríe de sí mismo para hacer una comedia sobre otras tonterías que nos hace cometer el amor. Es una historia con relaciones de amor-odio, celos, envidias, conspiraciones que en lugar de acabar con baños de sangre, lo hace con música, bailes y risas. Como bien dice el título, “Mucho ruido y pocas nueces”.

Un grupo de guerreros dirigidos por Don Pedro de Aragón (Denzel Washington) descansa de sus batallas en una apacible villa de Mesina, un paraíso para el placer, la diversión y la buena vida. En medio de este reposo de los guerreros, veremos caer a dos de ellos bajo las garras del amor.
Los primeros en sucumbir serán los personajes interpretados por Robert Sean Leonard y Kate Beckynsale, una pareja que está descubriendo el amor y que resulta especialmente ñoña.

Los personajes de Claudio (Kenneth Brannagh) y Beatrice (Emma Thompson) se odian. No se soportan. De hecho, el intercambio de ironías y sarcasmos entre ellos son uno de los méritos de la película. Sus traviesos amigos no pueden evitar la tentación de causar una serie de equívocos que llevan a la pareja a descubrir que están perdidamente enamorados el uno del otro. Tras esta revelación, ambos se comportan de una manera tan ñoña como la otra pareja, pero que aquí consigue otros de los mejores momentos cómicos de la película.

Si el engaño consigue unir a una pareja, pronto entra en escena el personaje de Juan (Keanu Reeves haciendo de malo), hermano de Pedro, que busca perjudicarle dando un zarpazo mortal a la felicidad de sus guerreros. Mediante engaños, consigue hacer creer al joven enamorado que su amada le es infiel. Por en medio está también el personaje de Michael Keaton, que interpreta a un sheriff que recuerda mucho a Bitelchús, que permitirá sacar las conspiraciones a la luz.
Muy vitalista, te alegra la vida y no te cansas de verla. Todo un clásico moderno.

Desgraciadamente, después de esta película, Emma Thompson y Kenneth Brannagh, marido y mujer en la vida real, se separaron y la magia se fue apagando. Mucho esperamos que Brannagh retome el pulso de su carrera. Su forma de ver a Shakespeare ha condicionado mucho todas las adaptaciones que se han hecho de él en los últimos quince años y eso que usaba obras poco conocidas de éste. A mi su Hamlet de cuatro horas no me produjo la satisfacción que “Mucho ruido y pocas nueces” o “Enrique V”.

Como botón de muestra un vídeo de la escena final de la película. La calidad de la imagen no es muy allá (más bien mala), pero es la única que he encontrado de esta escena en el youtube.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jose Antonio, nos hemos quedado nosotros dos solos en el blog!
Crees que debemos añadir al geranio para que se haga esto más multitudinario?
El miercoles subiré otra crítica.

Anónimo dijo...

Hola, no estáis tan solos, es que hemos abandonado nuestro viejo blog por las moderneces esas del facebook. Espero volver a comentar pronto. Saludos!

Anónimo dijo...

Yo intento usar las dos cosas.