Hace mucho tiempo, Pepe nos trajo esta película de Frank Capra, que resultó no ser de lo más destacable de su filmografía. Gary Cooper es Juan Nadie, un don nadie siempre tristón, fruto de la rabieta de una periodista, Barbara Stanwyck, que escribe un artículo justo cuando le notifican su despido, y que resulta ser una especie de best seller de la información diaria. El artículo alude a una persona, ficticia en la mente de la periodista, que se va a suicidar en Nochebuena, y se convierte en real al contratar a un mendigo: el sr. Cooper. Eran tiempos de crisis, cuando el país aún no se había recuperado del crack del 29, y uno era capaz de vender su alma al diablo por un plato de lentejas.
Pero siempre hay personas que en vez de lentejas tienen jamones de Jabugo a tutiplén, y además, más que jamones, lo que más tienen son ansias de poder y dinero. Es lo que pasa con el nuevo dueño del periódico, que ve en el personaje un filón para hacer carrera política, y así, se aprovecha de la integridad y los valores de Juan Nadie para medrar.La película en sí ha envejecido mal, ya que no consigue ni hacerse creíble ni conseguir las notas sensibleras de la gran “¡Qué bello es vivir!”, aunque lo intenta.
A favor de la película puede decirse que introduce un gran debate, que seguro que se va a ver reflejado en los comentarios a esta reseña, concretamente, con un comentario de José Antonio, una respuesta por mi parte, y quizá algunas palabras de Pepe. El tema de discusión es cómo la prensa puede manipular las masas, cómo las masas pueden reaccionar ante la indolencia de los poderes del Estado y cómo los políticos ven el filón, se meten por en medio y lo enmierdan todo.
Veamos el discurso radiofónico del Señor Nadie:
7 comentarios:
En este caso, lamento que la peli haya envejecido mal, porque trata de dar un mensaje optimista en unos tiempos que no invitaban para nada al pesimismo. Creo que el mundo sería un sitio mejor para vivir con más personas como Juan Nadie. Que nos parezca sensiblero, no es problema de la peli. Es que nos volvemos peores personas.
Es bonito pensar que se puede luchar contra los poderosos sólo con el idealismo. Si esto no levanta debate, yo ya no sé qué lo hará.
Juan Nadie no es una persona, es un símbolo del ciudadano de a pie. Casi todos somos Juan Nadie, pero estamos en un nivel de acomodamiento que no nos levantamos ante los abusos.
Le preguntaron al anterior Jefe de Estado sobre si temía una nueva Guerra Civil, y su respuesta fue algo así:
-No, he creado la clase media.
Con esto, quizá falten las palabras de Pepe para cerrar el debate :-D
Capra era una persona muy pesimista que contaba historias de optimismo y buen rollo. Lo que a él le gustaría que pasara. Todos los Juan Nadie del mundo unidos para luchar contra el poderoso.
Efectivamente, creo que la historia de Juan Nadie hoy día sería un miserable breve en los medios de comunicación. Salvo que se acostara con Belén Esteban o la Campanario, o una de ésas. Luego iría de tertuliano a los programas del corazón y se haría cocainómano. Me resisto a que se agote el debate.
Entonces, ¿Juan Nadie es Jesulín?
Jesulin. ¿tertuliano?
Dos palabras resumen toda su labia: Im-precionante
Pues el discursito de Juan Naide (John Doe en V. O.) es un pelín más largo.
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