Comenta: Pepe
En los últimos años el cine de animación se ha visto copado casi en su totalidad por las películas realizadas digitalmente, con la factoría Pixar siempre en vanguardia, pues nos está empezando a acostumbrar a una nueva obra maestra con cada nuevo lanzamiento. Su secreto, a mi entender, es el de siempre en las buenas películas: poner la técnica (impecable) al servicio de un guión sólidamente construido, y no al revés. Por eso es fácil que con su deslumbrante presencia eclipse todo lo demás que se hace en el terreno de la animación, y por eso el título de este post está encerrado entre signos de interrogación. Sin embargo, la respuesta a la pregunta ha de ser un rotundo sí. Y hoy traemos un ejemplo desde el otro lado del mundo: El viaje de Chihiro.
Cuando hablamos de animación japonesa (lo que los entendidos llaman “anime” y no “manga”) es imprescindible citar el nombre de Hayao Miyazaki y, como ejemplo de su maestria, la que quizás sea su obra cumbre, o al menos la más conocida, este Viaje de Chihiro que hoy comentamos, y que fue la primera película de animación que ganó el Oso de oro del festival de Berlín. A Miyazaki se le ha llamado, de forma bastante reduccionista, el Walt Disney japonés, quizás para intentar alejarlo de la imagen más violenta (o incluso pornográfica) que en occidente tenemos del cine japonés de animación, ya que sus obras están repletas de una imaginación desbordante y una belleza abrumadora, una especie de dulzura nada empalagosa y una sensibilidad muy especial que es capaz de emocionar por igual a niños y mayores. En sus películas también hay una sólida historia y una técnica impecable, con el encanto añadido de la animación tradicional, esa que consiste en que alguien, con los apoyos tecnológicos que queráis, se sienta delante de una mesa y dibuja 24 fotogramas para cada segundo de película, lo que vienen a ser 86400 dibujos por hora de proyección.
En cuanto a la película, que nos trajo Virginia, narra el viaje de la protagonista hacia una especie de país de las maravillas dónde conocerá la amistad, la responsabilidad, el trabajo, la aventura y el amor, entre otras cosas. Como Alicia, Chihiro realiza también un viaje de autoconocimiento, un viaje hacia la madurez y hacia la construcción de su propia identidad. De por medio, se pueden extraer multitud de reflexiones psicológicas, sociales e incluso filosóficas; desde la forma que tiene la bruja de someter a sus esclavos (robándoles el nombre), a ese monstruo aterrador que sólo necesita que alguien le quite la mierda que tiene dentro. Es impresionante, por seguir dando ejemplos, la secuencia del tren, el viaje dentro del viaje, con esas fantasmales estaciones de las que suben y bajan seres traslúcidos, quizás almas en tránsito (uno de esos detalles inquietantes que Miyazaki introduce y no explica) que culmina con el descubrimiento de que la maldad y la bondad tienen la misma forma, es decir, sólo se pueden reconocer indagando. El viaje de Chihiro es una película hermosa, lúcida, edificante, didáctica, divertida, poética, emocionante, profunda, humana. En una palabra, imprescindible.
7 comentarios:
El anime pornográfico se llama hentai. La verdad es que en la animación japonesa hay todo un gran mundo por descubrir. Creo que se apoya en una industria que se consolidó haciendo series para televisión. A se vez estas adaptaban conocidas series de manga (el cómic japonés).
Otros géneros son el shojo (comedias de instituto); el shonen (acción); los mechas (robots); el komodo (dibujos para niños) y un largo etcétera.
En cuanto a Miyazaki, hay que recordar que empezó a trabajar en el mundo de la animación colaborando con Heidi y Marco, dos series que son un icono para toda una generación.
¿No ganó El viaje de Chihiro el Oscar a la mejor peli de animación?
Así es, el oscar de su año fue para ella. Gracias por completar la informacion, Jose Antonio. Otra serie en la que miyazaki intervino, dirigiendo algunos episodios, es la mítica (para mi al menos, y creo que para alguna golfa más) Sherlock Holmes.
Te has ganado el premio al comentario más rápido, por cierto
Dos puntualizaciones, respecto a la lita de adjetivos sobre la peli, estoy de acuerdo, pero te falta uno: larga, y respecto a los géneros de Jose Antonio, en el largo etcétera se incluye el estilo de las hijas de Zetapé, que ahora mismo no recuerdo el nombre.
Puede que sea larga, pero éste es uno de los casos en que la duración justifica el carácter épico de esta película. Hay tanta imaginación y conceptos nuevos que pueden saturar al espectador, pero eso no es problema de la película. Más bien de los espectadores.
Eso de que es problema de los espectadores se puede aplicar hasta para PI. Que te guste o no una cosa, es evidentemente una sensación subjetiva.
A mi la película me gustó, pero con 20 ó 30 minutos menos, quizá me hubiese gustado más.
Aggh has dicho esa frase que odio tanto.
De todas maneras, sólo le faltaba eso a Pi: Ser más larga. El problema de Pi es claramente del director, por tener un ego como una casa.
Plas, plas, plas, plas!!!
No se puede añadir nada más Pepe!
Bueno, no es necesario vamos, Genial!
Ahnda y dirigio capitulos de Sherlock!, que buenos, o lo sabia!
En cuanto a lo del tamaño de la cinta,... en este caso...a mi no me importa. ^_-
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