martes, 16 de agosto de 2011

El tiempo no perdona



Propone: Pedro

Comenta: Jose Antonio

Iba a ser deliberadamente cruel a la hora de hacer el comentario sobre "Terrorífica luna de miel" (traída por cortesía de Pedro a nuestro Cineclub) en el hecho de que se trató del quinto y último largometraje dirigido por su protagonista, Gene Wilder. Sin embargo, a la hora de documentarme me encontré con el hecho de que Wilder se retiró del cine tres años después a causa de la muerte por un cáncer de su mujer, Gilda Radner, que coprotagoniza también esta película. Desde el año 1989, Wilder ha salido de su retiro en un par de ocasiones y es un activista de las asociaciones que tratan de acabar con esta enfermedad. Vamos, que la cosa no es para hacer gracietas o para tratar de ser ingenioso.

Gene Wilder fue un descubrimiento de Mel Brooks y se convirtió en uno de los principales cómicos norteamericanos durante los 70 y los 80. Aunque Wilder ya había hecho sus pinitos detrás de las cámaras y tenía un Oscar como guionista, su gran éxito como director vendría con "La mujer de rojo" que dejó a Kelly Lebrock como uno de los iconos de la década de los 80, pese a haber protagonizado sólo dos películas. Así que "Terrorífica luna de miel" llegó en plena cúspide de la carrera de Wilder. Se la compara con las pelis de Mel Brooks por esa mezcla de comedia y cine de terror, pero a mi me recuerda más al cine de Abbot y Costello. De hecho, el personaje que interpreta Wilder se llama Larry Abbot. ¿Coincidencia?


La historia está ambientada en los años 30. Gene Wilder y Gilda Radner encarnan a una pareja que son las estrellas de los seriales radiofónicos del momento y que están a punto de contraer matrimonio. Con motivo del compromiso, Larry empieza a tener extraños comportamientos y pone en peligro la continuidad del programa. Su tío psiquiatra sostiene que se trata de un trauma de la infancia que sólo se curará dándole un susto de muerte, algo que pretende hacer cuando la pareja se case ese mismo fin de semana en la mansión familiar. Paralelamente se desarrolla otra historia sobre la maldición del hombre lobo y un plan para asesinarle a fin de quitarle la suculenta herencia familiar. El argumento está cogido con alfileres y todo es un pretexto para que tanto Gene Wilder, como Gilda Radner y Dom Deluis (que encarna a la tía millonaria) den rienda suelta sus tics más histriónicos con la intención de arrancar las carcajadas del respetable. Pese a algún gag aislado que se puede salvar, la película no tiene ni pies ni cabeza y en algunos momentos llega a provocar vergüenza ajena.

Las críticas que he leído por la red suelen ser benévolas con ella y los comentaristas la recuerdan con agrado. Creo que debe ser que pesa en ellos el factor de la nostalgia, pero el paso del tiempo todo lo devora y no respeta ni a los referentes que tenías en los adolescencia, que se vuelven caducos y marchitos. Ahora resulta que Gene Wilder y Richard Pryor no tenían una buena relación personal, sino que era más bien tensa debido a la adicción de las drogas del segundo. "Terrorífica luna de miel" ha envejecido muy mal y el paso del tiempo ha hecho mella en ella, como en todos nostros. Gilda Radner murió en el 89, Pryor falleció en el 2005 y Dom DeLuise en el 2009. Y el cómico está triste y ya no quiere hacer reir más. Vaya una manera de acabar una crítica sobre una comedia, ¿no?


4 comentarios:

JULI dijo...

Quitando el factor sentimental, estoy de acuerdo en que a esta película le han sentado muy mal los años. Concretamente, la han convertido en una mierda.

Pepe dijo...

Pues yo es que igual tengo el carácter un poco avinagrado, pero no creo que sea cuestión de años. Me parece que esta película ya nació mala. Al contrario, creo que son los nostálgicos sin criterio de los que habla Jose en su comentario, los que le añaden unos valores que nunca tuvo, como por ejemplo la gracia.

No hay que caer en el error, extendido a veces, de creer que una película por ser vieja tiene que ser buena, que bodrios se han hecho siempre.

JULI dijo...

Pepe, sobre lo que dices no puedo opinar porque en su día no la vi.
Al hilo de la reseña anterior, cuando la estrenaron estaba en plena adolescencia y estaba despertando en mi la sexualidad de manera autosuficiente.
Realmente, esto que digo no tiene nada que ver con la película, ni siquiera con la anterior, pero es que no se me ocurre nada más interesante.

J. Antonio dijo...

Está claro que era mala cuando se hizo, pero algunos éramos unos quinceañeros cuando se estrenó y quizá no tuviéramos criterio para darnos cuenta. Yo no sé si la vi en su día o no, pero nunca la he recordado como buena. Me ha sorprendido ver la cantidad de críticas que la ensalzan. Quizá será porque los que la tengan que poner a caldo no quieran perder el tiempo en semejante reto intelectual y mantenerla en el olvido.