viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Tengo Hambre!

Propone: David
Comenta: Juli



Recuerdo el día que vino David con un DVD bajo el sobaco y nos dijo que nos iba a poner otro documental. Pensé: ¿pero esto será un documental de verdad o será un falso documental? Y, teniendo en cuenta que lo han puesto en La 2, y la principal finalidad de los documentales de La 2 es poder coger el sueño para dormir plácidamente, ¿me dormiré? ¿será un sueño de verdad o será un falso sueño?


El Bulli, historia de un sueño, narra en 10 capítulos la historia del restaurante desde su fundación por el matrimonio Schilling hasta 2009. 1987 es el año en que la figura de Ferrán Adriá comienza a tomar protagonismo, al quedarse como chef en solitario.


Hablar de la historia de El Bulli es hablar de la historia de Ferrán Adriá, su evolución personal y su evolución culinaria. Se decía que en sus últimos años, las reservas para comer en el Bulli había que hacerlas con varios meses de antelación. Hasta tal punto llega la leyenda del restaurante que en el último domingo de la temporada 2006 (cierra en otoño), el entonces ministro de industria fue en helicóptero para no perder la reserva.


En la sesión del Golfa solo pudimos disfrutar de dos capítulos, y con ellos, David consiguió transmitir la esencia del restaurante: las imágenes y los sonidos del documental se convirtieron en las texturas, los olores y los sabores de sus platos, produciendo cierto cosquilleo en mi estómago que tuvo que traducirse en tomar un resopón en casita a la vuelta del golfa para poder ir a la cama tranquilo.


En estas webs podemos encontrar todos los capitulos:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/elbulli-historia-de-un-sueno/

http://www.franciscoalcaide.com/2011/10/el-bulli-historia-de-un-sueno.html

Os dejamos con un vídeo simpático de "deconstrucción caricaturesca" de Ferrán Adriá.








10 comentarios:

JULI dijo...

Animaos y pinchad el vídeo. Me acabo de echar unas risas otra vez a su costa.

J. Antonio dijo...

Mu divertido, yo ya lo he colgado un par de veces en el feisbu. Muy buena idea la de colgar los enlaces para descargar la serie entera, yo también me quedé con ganas de más después de ver los dos capítulos. Hay otro vídeo que es Fernando Adrià de verdad viendo en el vídeo de Muchachada. No sé si por compromiso porque le está grabando la cámara dice "los de muchachada son cojonudos" o algo así.

Rubén dijo...

No tiene mucho que ver, pero hojeando un libro de cocina esta mañana he visto un estofado de buey con cebolletas que tiene que estar delicioso.

J. Antonio dijo...

Deconstrucción, arte. ¿Eso qué es? ¿Un buey? Eso es mucha comida, por favor. Yo quiero comer en el Bulli.

Rubén dijo...

A mí también me g ustaría ir a comer a El Bulli, más por texturas que por sabores, casi; pero reivindico la comida tradicional.

Pepe dijo...

esto es un dejá vu de los comentarios de la peli de banksy... Ya tardaba en salir el debate clasicismo - modernidad. que si a mi me gusta más lo antiguo, que si yo no soy moderna, que si tal y que si cual.

Reduccionistas!!! Yo quiero el estofado de buey pero también quiero ir a El Bulli, cosa que por ahora está bastante difícil. Umm ahora que lo pienso el estofado de buey es más factible. Rubén, ¿en tu casa o en la mía?

Rubén dijo...

Hoy hace día de estofado, por la lluvia, el frío.
Y ya dije, y lo vuelvo a decir, que a mí también me gustaría ir a El Bulli.
Pepe, cuándo quieras y dónde quieras, pero si yo pongo el buey, tú pones el sushi. Por cierto, la receta es griega.

J. Antonio dijo...

Yo estoy con Pepe. No hay que restar, hay que sumar. Vaya es viernes y vamos por los ocho comentarios.

Víctor dijo...

En un monólogo del "Club de la comedia" alguien se quejaba de que en un restaurante francés le habían servido un huevo batido en un vaso con una patata chip flotando en él, como "tortilla de patatas deconstruída".

El deseo de ir al Bulli creo que se ha convertido ya en cuasi una fantasia nacional. Un amigo me propuso una vez montar una sociedad a partir de cierta idea. El éxito estaba prácticamente asegurado, según él, y uno de los planes era ir al Bulli a celebrarlo. Por desgracia, a pesar de algunos esfuerzos la cosa nunca se materializó.

Bueno, en serio, realmente me supone una alegría saber que, lejos de fundamentalismos, el Golfa da cabida a todo tipo de propuestas.

(P.S.: de nuevo me voy a exponer al baldón y a la ignominia, pero el último plato precocinado que he comido ha sido un estofado de ternera al vino tinto comprado en Alcampo. Los puristas me desdeñarán por esto, pero no estaba mal. Hombre, no será el del Bulli pero en un momento dado, así si queréis salir del paso...)

Pepe dijo...

Pues sí, El Bulli es un lugar mítico en el que conseguir mesa se ha convertido en un símbolo de poder y status económico, pero también es el blanco ideal, por su relevancia y presencia mediática, para las críticas de los detractores de este cierto tipo de comida.

También, por otro lado, todo esto es una moda que hace que allá donde vayas, levantas una piedra y te sale un discípulo de Ferran Adriá (y si no uno de Paco Torreblanca). Y eso tampoco es buena propaganda, pues no siempre se distingue con claridad a los farsantes.

En ese sentido, me parece que el documental, que está muy bien hecho, desmonta todos los tópicos de los detractores de la cocina de vanguardia, pero a la postre acaba convirtiéndose en doce publirreportajes de una hora de duración.

Pero todos acabamos con hambre y salivando, que conste