lunes, 2 de abril de 2012

La llegada del muñeco de goma


Propone: Juli
Comenta: Jose Antonio



Hoy nos toca una de miedo. Bueno, no de mucho miedo, pero si hay que encuadrarla en algún género es en el del terror. Estoy hablando de "La noche del demonio" que nos trajo Julián al cineclub y dirigida por todo un clásico como es Jacques Tourneur. La peli es uno de esos títulos que, de no haber sido por las imposiciones del productor, hubiera envejecido mucho mejor. Cuando hablo de las imposiciones me estoy refiriendo al "muñeco de goma", un efecto especial que el productor exigió que se incluyera tanto al final como al principio de la película y con la que quería promocionar una peli con monstruo. Al propio Tourneur no le hizo mucha gracia, y de seguir vivo seguramente en una de esas copias de la versión del director que salen hoy en día sus apariciones seguramente desaparecerían.


 
No tenía yo encasillado a Jacques Tourneur como un director de películas de terror, pero lo cierto es que haciendo un repaso a su filmografía abundan los títulos de este género. Especialmente durante sus primeros años de carrera, en los que se dedicó a películas de serie B con el productor Val Lewton. Entre ellos hay algunas que se consideran obras maestras. Entre ellos están "La mujer pantera" y "Yo anduve con un zombie" (que está en el top ten del género zombi aunque no tiene nada que ver con las pelis gore de George A. Romero). Pero Tourneur se movió entre otros géneros, como el western, el cine de aventuras, cine negro, etcétera. De hecho, el éxito de estas pelis de terror le valió el ascenso dentro del estudio para hacerse cargo de títulos de gran presupuesto. A finales de los años 50, dirigió "La noche del demonio", película con la que regresaba al terror, un género que no tocaba desde los 40.


Un psicólogo norteamericano se ve envuelto en una investigación de asesinato con el trasfondo de sectas satánicas y ritos ocultistas. Nuestro protagonista es un escéptico. Su papel es muy similar al papel de Scully en Expediente X. De hecho, la película juega con la ambigüedad de si ese mundo que nos están contando es real o se trata de supercherías. Aquí tenemos el lastre del dichoso muñeco de goma, que al imponerlo los productores en la primera escena ya nos viene dicho de antemano que todo es verdad. Y es que a Tourneur no le gusta asustar con monstruos y efectos similares. Su terror es más psicológico, donde se crean atmósferas tenebrosas. Normalmente sus protagonistas son personas que se enfrentan a un mundo que les es ajeno. Aquí tenemos un escéptico metido en el mundo de los fanatismos religiosos. En "La mujer pantera" se trata de una inmigrante serbia que se ve atrapada por la maldición de convertirse en felino cuando da rienda suelta a sus fantasías sexuales. Y en "Yo anduve con un zombie", la protagonista llega a una isla del Caribe para trabajar de enfermera y se ve inmersa en el mundo del vudú y los zombies.


El demonio de esta película no está basado en el Satanás católico ni nada de eso. Su inspiración parece venir más de las obras de Lovecraft que de las páginas del Nuevo Testamento. Toda la investigación que lleva nuestro protagonista le llevará a plantearse sus creencias de fe absoluta en el método científico como fuente de conocimiento. Quiere jugar Tourneur con la ambigüedad al final, como queriendo decir que a lo mejor son todo imaginaciones de los protagonistas. Pero de nuevo, la aparición del dichoso muñeco de goma vuelve a pifiar toda esta lectura. La película está hecha para verse prescindiendo de las fugaces apariciones del muñequito de marras. En "La mujer pantera" sí se jugaba con la duda de si ella realmente se transforma o está todo en su mente. De hecho, no se la ve transformarse en toda la peli. Todo un recurso de imaginación cuando tienes sólo 140.000 dólares para hacer el rodaje. En "La noche del demonio" se ve que los productores se pusieron derrochones y dijero: "Ale vamos a comprar un monstruo para la peli". Y así, a pesar del pobre Tourneur, el muñeco de goma se convirtió en la imagen que identificaba este título. Aún no he visto la nueva versión que se hizo recientemente de esta película, pero me pregunto si habrán caído en el mismo error del monstruo.


5 comentarios:

JULI dijo...

Muy buen comentario, Jose Antonio.
La película tiene momentos muy buenos, como el que sucede en la foto que pones de la mano en la barandilla de la escalera.
Puntualizar que esta película está basada en un relato de M.R.James, y que sobre ese mismo relato hay una película de Sam Raimi de 2009, titulada Arrastrame al infierno, pero esta úlitma no es una versión moderna de esta película.

PEPE dijo...

Y hay una de 1988 que se llama night of the demons, pero creo que no tiene nada que ver con la que nos ocupa, y no parece muy interesante que digamos:

http://www.imdb.com/title/tt0093624/

Víctor dijo...

Vaya, José Antonio, no tenía ni idea de que el monstruo fuera una imposición de los productores; a pesar de ello me parece que Tourneur sale bastante airoso del trance. Las apariciones, con esa luz lejana precediendo al demonio (¿quién comentó que el truco consistía básicamente en rodarlas, o más bien pasarlas, al revés?) están bien conseguidas, al menos en mi opinión.

Claro que a veces, y me parece que lo hemos comentado, nos llevamos una decepción y juzgamos las pelis por lo que nos gustaría que fuesen. La ausencia de monstruo y una mayor ambigüedad hubieran hecho otra película, quizá más interesante, pero distinta. En el final, si mal no recuerdo, en lugar de ambigüedad hay negación del horror (sobrenatural) que ha acontecido: aquí no ha pasado nada pero nosotros sabemos que lo contrario es cierto.

Disfruté mucho con la película porque, como dice un colega(*), tiene una atmósfera especial que en parte se debe a la pátina del tiempo, pero también a la fotografía. Por desgracia, la misma historia sin duda ha envejecido mal, la investigación de Holden y la chica tiene a ratos tono casi de comedia y los diálogos son de arqueología.

A pesar de estas pegas marginales, todo un acierto traerla. Según parece, en su día fue calificada de "obra maestra" y su factura lo justifica.



(*) F. Ramos, "Diálogos de cine", en preparación

Anónimo dijo...

Que peli más chula! la quiero ver! oye, felicidades por el cine club! si estuviera por allí me apuntaba! un saludo juli! Soy MAR

Rubén dijo...

Lo que a mí más me gustó de la película es precisamente esa lucha interna que hay entre lo racional y lo sobrenatural que se ha comentado.
Por mucho que confiemos en la razón o en la ciencia siempre hay una puerta abierta para la fe o la creencia.