viernes, 29 de junio de 2012

El auge de los directores

Propone: Pedro
Comenta: José Antonio



En la década de los 40, el dúo formado por Alfred Hitchcock y David O'Selznick dio como resultado una serie de películas que se han escrito con letras de oro en la historia del cine. Dos de ellas ya han caído en nuestro Cineclub. Una fue Encadenados, que ya diseccionamos en su día en otro comentario. La otra, que es la que ahora nos toca, es Recuerda, película que nos trajo Pedro. A esta lista habría que añadir un tercer título que aún no ha caído. No voy a decir cuál es, pero dejo caer el dato para ver si alguien se anima a ponerla algún día (si adivina cuál es, pero tampoco es tan difícil, ¿no?).

De la suma de estos talentos salieron chispas y la rivalidad entre el director y el productor llegó a hacer tanta historia como sus películas. Hasta entonces, en Hollywood la figura del director estaba muy poco valorada y era sólo una pieza más en la cadena de montaje. El productor era quien se llevaba todo el reconocimiento de la autoría del filme. El director era un empleado más que se encargaba de trasladar en imágenes todo aquello que le ordenaba el productor y que éste haría por si mismo si no estuviera tan ocupado en sacar el rodaje adelante.


David O'Selnick estaba a finales de los años 30 en la cima de su carrera, tras haber sido el productor de "Lo que el viento se llevó". Con poco más de 30 años de edad, el magnate del séptimo arte buscaba nuevos retos para ser recordado por algo más y creó su propio estudio. Una de sus ideas fue el traerse desde el Reino Unido a Alfred Hitchcock, el director estrella del país, con un contrato en exclusiva para hacer películas para él. Los problemas entre los dos no tardaron en surgir, sobre todo debido al estrecho control, casi tiránico, que Selznick imponía en el trabajo de sus directores. El modo de trabajo que tenía Hitchcock daba poca opción además para que el productor pudiera meter mano. Planos cortos, todos ellos necesarios, que se montaban como un rompecabezas, en el que la escena tenía sentido si se montaba tal como el director la había ideado. Técnica de trabajo que seguramente también buscaba evitar precisamente eso, que le cambiaran la película.


En el rodaje de "Recuerda" el enfrentamiento entre ambos se hizo más patente. Selznick pasaba por una fuerte depresión debido a la muerte de su hermano y tenía problemas con el juego y no sé si con alguna sustancia más. Situación que le llevó a ponerse en manos de los psiquiatras. Éste fue el momento en que descubrió las virtudes del psicoanálisis. Así fue como se le ocurrió encargar a Hitchcock una película sobre esta terapia. El psicoanálisis debía ser la clave que llevara a resolver el asesinato. La amnesia se reflejaba como un mecanismo de defensa de la mente para tratar de eliminar los recuerdos traumáticos. En Recuerda, tanto el director como el productor quisieron dejar bien marcado su territorio y cada detalle de la producción es una victoria creativa del uno frente al otro. El ejemplo de estas diferencias está en una de las escenas más conocidas de la película, y ya puestos de las mejores. Se trata de la secuencia de un sueño que fue diseñada por el mismísimo Salvador Dalí, una de las cabezas visibles del surrealismo. Selznick aborrecía esa escena, ya que no quería una película tan onírica. La escena se mantuvo en el montaje final pero fueron muchas otras las imposiciones a las que el director no pudo negarse. Una de ellas la del papel del protagonista, Gregory Peck. Hitchcock lo consideraba demasiado joven y quería a otro. Además Peck era un actor del método y para él tenía que estar clara la motivación del personaje. Quién es, cómo piensa, todas estas cosas. Mientras que Hitch no daba demasiadas explicaciones a sus actores sobre cómo tenían que hacer el personaje. Se limitaba a explicarles la cara que debían poner para cada escena y ya está. Otra imposición del productor fue meter en el rodaje a su psiquatra, que seguía todo el proceso creativo paso a paso, para asegurarse que la película era fiel a los principios del psicoanálisis, cuestionando muy a menudo el trabajo de Hitchcock. Y Selznick hacía más caso a ella que a su director, para quien lo que se estaba haciendo no era un documental científico, sino arte y había cosas que eran sacrificables si con ello la película ganaba fuerza. Por cierto, he leído que en la novela en la que se basó la peli lo que había por detrás de la trama era una secta satánica (¿Seguimos con más demonios?). Me temo que con tanta lucha entre uno y otro para imponer su cuota de creatividad, el argumento original se fue desdibujando hasta quedar irreconocible.


Pese a todas estas tensiones internas, "Recuerda" es una de las mejores películas de Hitchcock a las órdenes de David O'Selznick. No fue su última colaboración porque el productor se resistía a dar la libertad al director británico. Pero para ello todavía tendrían que venir "Encadenados" y "El proceso Paradine" . La guerra por supuesto la ganó Hitchcock, que fue uno de los que contribuyeron a acabar con la hegemonía de los productores como autores intelectuales de las películas. De todas maneras, la técnica se sigue usando: vemos películas de Disney, de Pixar o producidas por Spielberg.

2 comentarios:

JULI dijo...

Muy interesante comentario. Gracias, Jose Antonio.
Por cierto, muy bueno eso de tener que adivinar la tercera película. Yo ya sé cual es sin tener que mirar la güiquipedia.

JULI dijo...

¿Qué pasa, que como Hitchcock no hizo películas de vampiros asexuados nadie comenta nada?