Propone: José Antonio
Comenta: Julián
En los tiempos de crisis que corren por estos lares resulta
muy interesante el visionado de esta genial película del también genial
Chaplin. Con un trasfondo de humor hace un retrato crítico a una sociedad
inmersa en la Gran Depresión que sobrevino tras el crack de la bolsa neoyorkina
en 1.929. Es tristemente paradójico que la obra catalogada durante mucho tiempo
como la última película del cine mudo resulte tan actual.
Gracias, Jose Antonio, por tu devoción a Chaplin y esta elección
tan acertada.
La fábrica donde nuestro protagonista desarrolla su labor
busca la manera de optimizar el tiempo de trabajo de los obreros y, así, prueba
los últimos avances de la técnica en este campo. Resulta enternecedor observar
cómo sería, sarcasmo incluido, el futuro en una película de 1.936. Como dirían
los Gomaespuma, ¡qué bien pensao está todo y qué modenno todo!
En un tiempo de sobreexplotación de los trabajadores, y me
refiero a la sociedad de la película, no a determinadas sociedades actuales
donde sus gentes emigran a España para trabajar doce horas diarias, festivos
incluidos, huyendo de la esclavitud, un obrero se vuelve majareta con los
trastos modernos que van más deprisa que él y así comienza sus andanzas: el
hospital, la lucha obrera en la calle, la cárcel, el amor…
No es esta la película donde Chaplin se come un zapato (esa
es La quimera del oro), pero sí que es la de la escena en que Chaplin se droga
con unos polvos blancos:
2 comentarios:
Gracias por el comentario Julián. Pero un pequeño tironcillo de orejas. Mira qué no decir nada de Paulette Goddard.
Desde que se "inventó" el Capitalismo, ha habido crisis.
Y es muy desolador ver que ochenta años atrás ya teníamos los mismos problemas que ahora, a nivel económico. Y los mismos medios de evasión temporal.
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