martes, 29 de octubre de 2013

Tenemos que hablar de Ripley

Propone: Víctor
Comenta: José Antonio


Hoy nos toca hablar de otro psicópata, ¿o éste no lo es tanto? ¿Lo quisieron suficientemente sus padres?, ¿tiene sentimientos o lo suyo sólo es falta de restricciones absoluta para conseguir lo que quiere? Estamos hablando de Tom Ripley, un personaje nacido de la pluma de Patricia Highsmith y que ya lleva acumuladas varias adaptaciones a la gran pantalla. Como cada una de ellas no ha tenido en cuenta las anteriores, nadie se daría cuenta de que nos encontramos ante una saga. Ni los actores que lo han interpretado han sido los mismos, ni tampoco los directores. Así cada uno nos ha ofrecido una versión totalmente distinta del personaje.




Hay cuatro destacables adaptaciones de la creación de Highsmith, que en realidad son las versiones clásica y actual de dos de los libros dedicados a él. Alain Delon y Matt Damon lo encarnaron en la adaptación de “El talento de Mr Ripley”, mientras que Dennis Hopper  y John Malkovich lo hicieron en la de “El juego de Ripley”. Hay una quinta adaptación de un tercer libro que hizo el director Roger Spottiswoode (realizador de varias películas del Bond de Pierce Brosnan) que pasó sin pena ni gloria y que no he visto, ni encuentro por ningún lado, lo que me hace suponer que será mala.

Los cuatro Ripleys
 Como decía, hoy nos toca hablar del Ripley que encarnó Dennis Hopper en “El amigo americano”, película del alemán Wim Wenders y que nos trajo Victor al Cineclub. Uno de los aspectos más destacables de esta versión es que el personaje de Ripley parece dejarse de lado, para detenerse más en el del restaurador de cuadros que interpreta Bruno Ganz.. Aunque realmente Ripley es quien maneja los hilos de todo lo que ocurre. El Ripley de Hopper es menos elegante y refinado que el de las otras versiones pero le definen también la falta de restricciones morales para alcanzar sus fines. Frente a la pulcritud y la elegancia de otros Ripleys, éste pasea por la calle con sombreros de cowboy y la estética de la peli es muy setentera. ¿Es la visión que tienen los alemanes de los americanos?

Bruno Ganz

La película nos cuenta es el proceso de corrupción del ser humano. Todo empieza con un incidente de lo más trivial. Jonathan, un restaurador de arte, hace un desprecio a Tom Ripley, que aquí se dedica a introducir en el mercado pinturas falsas, el día que se lo presentan en una subasta. A raíz de este gesto, Ripley elaborará un plan para convertir a este honrado e íntegro ciudadano en un asesino a sueldo. Todo pasa por hacer creer a su víctima que la leucemia que padece ha empeorado y le pone en contacto con un gangster que le coloca en la tesitura de aceptar el trabajo de asesinar a otro mafioso para conseguir dinero suficiente que dejar a su familia cuando él no esté (¿alguien dijo Breaking Bad?).



La película trata de trasmitir las angustias de este asesino primerizo. La ansiedad de perseguir a su objetivo por los pasillos del metro, esquivar sus miradas mientras se sientan en el vagón. Los nervios que hacen que te choques con las papeleras y que se te vea la mitad de la pistola asomando por el bolsillo. Conseguido el objetivo de que el honrado restaurador cometa su primer asesinato, su empleador querrá darle nuevos objetivos y Ripley acudirá en su ayuda. A partir de aquí vemos el proceso de empatía entre los dos personajes. Pero tampoco querría destriparla más para todos aquellos que aún no la hayan visto. La versión que hizo John Malkovich de esta película prometía. Nadie como Malkovich para interpretar a alguien que corrompe a otro. Sin embargo, aquella versión fue más convencional y se centró más en la trama policiaca. En esencia, las dos tienen el mismo final pero lo que ocurre en cada una de las versiones tiene una interpretación totalmente opuesta. Os animo a que las veáis y comparéis finales y así tendréis cosas que comentar. Con “El amigo americano”, Wenders ofrece su versión personal de la novela de Highsmith para plasmar en la pantalla sus principales obsesiones. Un clásico del cine de los 70 que consagró al director como uno de los mejores cineastas de Alemania (y del que por cierto ya hemos visto tres pelis en nuestro cineclub).

2 comentarios:

Víctor dijo...

Estoy de acuerdo en que la versión de Wenders es decididamente muy personal. Ripley es en ella un personaje bastante redimido.

He visto la de Matt Damon, cuyo Ripley --involucrado en otra historia-- es también un punto ambivalente. No conozco ninguna de las otras; me temo que Malkovich mostrará a un Ripley sin fisuras.

J. Antonio dijo...

La de Malkovich es otra versión de esta misma película. A mi la verdad es que el que más me ha gustado es el de Matt Damon.