Propone: Belén
Comenta: Juli
Comenta: Juli
Pues sí, voy a comentar esta película yo. Sé que muchos estabais deseando que el comentarista oficial de esta obra fuese yo, así que me pongo manos a la obra.
Como habréis adivinado por el título, la sandía es de la familia de las cucurbitáceas, que son plantas que se caracterizan, como todo el mundo sabe, por ofrecer múltiples posibilidades sexuales para el género humano. No en vano, otra cucurbitácea famosa es el pepino, pero de eso hablaremos cuando comentemos la película "El sabor del pepino". Recordad esto en vuestra próxima ensalada.
Por cierto, que esta última película podría comenzar perfectamente con la última escena del film que comentamos hoy.
Como habréis adivinado por el título, la sandía es de la familia de las cucurbitáceas, que son plantas que se caracterizan, como todo el mundo sabe, por ofrecer múltiples posibilidades sexuales para el género humano. No en vano, otra cucurbitácea famosa es el pepino, pero de eso hablaremos cuando comentemos la película "El sabor del pepino". Recordad esto en vuestra próxima ensalada.
Por cierto, que esta última película podría comenzar perfectamente con la última escena del film que comentamos hoy.
Bueno, pues la peli trata de una gran sequía en todo el mundo, en que la gente consigue saciar su sed con sandías, que abundan, y ahí, el director hace un guiño al espectador ya que deja a su imaginación la explicación de cómo consiguen regarlas. Es pues, una película de pensar.
Definen los críticos esta obra como una "comedia erótico musical" y se quedan tan panchos:
hay dos gracias, cuatro tetas y tres canciones en dos horas, aunque hay que reconocer que la escena final es tan buena que consigue que al terminar de verla acabes con buen sabor de boca.
P.D.: Hay un famoso chiste que he contado alguna vez que trata sobre Cenicienta, en el cual el Hada Madrina le dice a la chica que si volvía después de la medianoche, se le convertiría su aparato sexual en una cucurbitácea (la frase es: "el coño en un melón"); y así transcurre la noche: la Cenicienta en el baile, la más bella del lugar, el príncipe que se fija en ella, primero en su escote y luego en su simpatía, el príncipe que se la lleva al huerto, primero sediento de amor y al rato, sediento de verdad, calmando su sed con un melón (por supuesto, cucurbitáceo) que había en el huerto, y así, calmada la sed, la pregunta del príncipe: ¿a qué hora tienes que volver? y Cenicienta, ante la voracidad del príncipe al saciarse de cucurbitácea, responde que no tiene prisa, que a las 3 ó las 4.
P.D.2: Para más información sobre la peli, y fiel a mi propia tradición, adjunto un par de enlaces interesantes, sobre todo el segundo, con el que me he reído mucho al leerlo:
http://www.miradas.net/2005/n45/actualidad/articulo1.html
http://www.laoffoffcritica.com/criticas/cr20051126.html
5 comentarios:
je, je... muy bueno Julián
Eso digo yo tu fan nº1
fdo:iván
Gracias Iván, tu comentario me deja saciado.
Vaya, yo tampoco firmé.
Pues a mi me gustó. Pertenece a ese tipo de pelis que quizás no tengan ni pies ni cabeza, pero que estéticamente enamoran. Para verlas en dosis pequeñas y desintosicar de tanto cine clónico.
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