viernes, 16 de diciembre de 2011

Enter the Void

Propone: Esther
Comenta: Rubén


El otro día estaba yo hablando con un amigo sobre lo que me pasará cuando me muera, que es lo que le pasa a todo el mundo. “Verás, le dije, primero veré una gran luz blanca y cegadora, luego veré pasar toda mi vida hasta el momento en que muera. Más tarde veré lo que hacen los demás, especialmente mis amigos y familia. Y por último me reencarnaré, yo mismo elegiré dónde y cuándo, pues veré puntitos amarillos, que son parejas copulando y me introduciré en el momento de la fecundación del óvulo deseado”.

El otro día, estaban dos amigos hablando sobre qué es lo que pasa cuando uno se muere, qué se siente, qué se ve. Entonces uno de ellos le explicó al otro que lo primero que se ve cuando alguien se muere es una gran luz blanca y cegadora, luego se pasar toda la vida, como en una película, hasta que llega el momento de la muerte; que luego se ven las cosas que están haciendo los demás, especialmente amigos y familiares; hasta que, finalmente, uno se reencarna en otra persona, pues se ven puntitos amarillos que son las parejas copulando, entonces el alma de cada uno se introduce en el momento de la fecundación del óvulo que se desea.



Sí, es la misma historia, una contada en primera persona y otra en tercera. Y eso es lo que ocurre en la película “Enter the Void”, del director argentino pero afincado en Francia, Gaspar Noé, del año 2009 y con un metraje, para mi gusto y para el de varios miembros del Golfa, excesivamente largo, pues son 154 minutos de película.



El film muestra una misma historia contada dos veces, primero desde los ojos del protagonista, Óscar, un traficante de drogas de Tokio hasta que muere y después, la cámara se sitúa en su cogote para recrear las mismas secuencias que ya habíamos vistos y la metempsícosis del alma de Óscar vagando por todo Tokio, entremezclándose escenas de su pasado, del accidente de sus padres, de las conversaciones con su hermana, visitando a sus amigos y contemplándolos desde el cielo hasta reencarnarse, según su promesa en ya veréis quién.



La película destaca sobre todo por su ingenioso sistema narrativo, contar la historia desde dos perspectivas, la capacidad del alma de viajar por los cielos y atravesar paredes desde una nueva y tercera perspectiva cenital para contemplar las situaciones port mortem del protagonista, al que por cierto, casi nunca se le llega a ver el rostro.


 
La historia no cuenta gran cosa, pues ya a los diez minutos de película se menciona un resumen, al comentarse el “Libro tibetano de los muertos” entre Óscar y su amigo Álex, que es quien se lo pasa. Además toda la película muestra un colorido ubérrimo que contrasta con los ambientes sórdidos y ambientación nocturna que desarrolla el film, y que a veces llega a marear y es lo que, según parece, pretendía el director: estimular el cerebro mediante colores luminosos rápidos e intensos para crear una falsa situación de “colocón”, sin duda para otorgar al espectador una sensación parecida a la de los protagonistas. No diré que sufrí un ataque de epilepsia, pero sí que terminé con dolor en las cuencas supraorbitales, así que en cierto sentido sí que terminé medio mareado. El señor Noé logró su intención conmigo.

22 comentarios:

J. Antonio dijo...

No estoy de acuerdo con parte de las conclusiones del comentario. Se da a entender que como en los diez primeros minutos te explican lo que va a pasar los restantes 140 minutos son superfluos. Y no es así. El problema que tiene es que dura demasiado y abusa demasiado de la paciencia del espectador. Visualmente es apabullante y sí consigue que se vea la muerte como un viaje psicodélico provocado por un coctel de drogas. Se trataría de "El último viaje".

Víctor dijo...

Efectivamente, comentaba yo con Pepe que el problema es que todo descansa sobre el mismo recurso, llamémosle estilístico: la película no es más que esa técnica, muy potente, hipnótica, pero que al fin quizá sea demasiado repetitiva. El final, que por lo leído hizo estallar carcajadas en Sitges, personalmente me gustó: el viaje orgánico a través del útero me recordó por algún motivo el viaje cósmico que Bowman realiza en "2001" al atravesar el monolito en la órbita de Júpiter. Después supe de la admiración de Noé por Kubrick: probablemente no me hubiera atrevido a decir esto si no hubiera sabido de ella, pero ahora creo firmemente en cierta similitud entre ambas secuencias.

Finalmente, no estoy tan seguro de la identidad del neonato --la imagen de la madre está especialmente desenfocada, es muy difusa, y la supuesta relación causal me parece problemática y poco relevante, de hecho puede ser incluso contraproducente: para entrar en el vacío hay que hacer tabla rasa.

Rubén dijo...

Yo creo que la madre es en realidad la hermana porque se prometen los dos hermanos estar siempre juntos.

J. Antonio dijo...

No sé. a lo mejor tanto salto de imagen me hizo perderme algo, pero yo no tenía ninguna duda de que él se reencarna en el hijo de su hermana. Es más sabía que eso era lo que iba a pasar exactamente.

Anónimo dijo...

¿Ahora hacéis artículos repitiendo varias veces el mismo párrafooo?? ¿O no revisáis el texto antes de publicar? ¿O no tenéis en cuenta que algunos/as sólo leemos los dos primeros párrafos de cada entradaaa??

Me siento marginada.


Maika

Rubén dijo...

Mira "bonita" (y te lo pongo entre comillas para que no pienses que quiero ligar contigo y porque quizá no lo seas):

Si no lees los artículos completos, es tu problema. Si fueras capaz de aguantar tu atención más de cinco minutos continuos en un texto, te darías cuenta del motivo por el cual está duplicado, que no es así exactamente.
Y si te sientes marginada, trata de relacionarte con tu entorno, pero por tu bien te lo digo, no empieces diciendo: "Ya queréis ligar conmigo"

Un saludo.

Pepe dijo...

La película tiene un diseño de producción apabullante, con ese Tokio entre lisérgico y místico lleno de neones. Merece la pena el visionado aunque sólo sea por esos movimientos de cámara cenitales sobre los edificios...

Por lo demás, a mi también me pareció que la película estaba sobredimensionada, como si el director fuera demasiado consciente de si mismo y fuera incapaz de pegar unos tijeretazos para no privarnos de unos minutos más del éxtasis de contemplar su talento. Lastima, porque a mi me sobra metraje, pero aún así la película me parece muy recomendable, como todo lo que he visto de Gaspar Noé.

J. Antonio dijo...

Ya sé que el que la haya visto se habrá dado cuenta más que de sobra, pero toda la película está contada íntegramente en cámara subjetiva. Vemos todo lo que ve el protagonista en primera persona, hasta después de muerto. Salvo ésta y "La dama del lago", ¿alguien recuerda alguna más que éste rodada en la totalidad de su metraje usando esta técnica? (Y cuando digo toda, me refiero a toda y no a que haya unos cuantos planos usando la cámara subjetiva para determinadas escenas).

Pepe dijo...

Pues ahora mismo no caigo, jose antonio. La que mencionas es una trama detectivesca bastante antigua, no?

Antes he olvidado mencionar que no me parece nada correcto que el comentarista diga que la película "no cuenta gran cosa"...no sé para mí sí cuenta una de las grandes cosas, si no LA COSA así en mayúsculas.

Por cierto, a los que hayan visto El árbol de la vida (la de Malick quiero decir) me gustaría que me dijeran qué les parece que se compare con esta...

Luis M. Álvarez dijo...

Enter the void tiene una duración excesiva sí, pero es parte del experimento del director pues se trata de una película absolutamente impresionista en la que pretende hacernos experimentar el vacío existencial de sus personajes.

Enter the Void es diametralmente opuesta al patético intento de Terrence Malick de ser trascendente, salvo que se nota que la filosofía de Gaspar Noé proviene de la experiencia vital y la de Malick de la experiencia leída y no adquirida.

Enter the Void es energía y vida cuando El árbol de la vida es languidez y muerte. Me encanta que los personajes de Enter the Void salgan adelante a toda costa a pesar de su miserable vida y odio que los personajes de El árbol de la mierda se quejen constantemente cuando tienen una familia que les quiere (cada uno a su manera) y viven en casas espectaculares.

Gaspar Noé es un hijo de puta que nos hace tomar conciencia de que vivimos en un permanente vacío... al que no renunciaríamos por nada en el mundo. Gaspar Noé Rules!!!!!!!!!!!

Rubén dijo...

Por alusiones al comentario de Pepe, me defenderé alegando que cuando digo que la historia no cuenta nada, me refiiero tal y como expresa el comentario, a que ya a los diez minutos nos ha dicho de que versará el film, nos ha revelado hasta el final.

Víctor dijo...

Creo en el tópico de que las comparaciones son odiosas, o al menos arbitrarias. No sabía que a ésta se la comparaba con "El árbol de la vida", que aunque tuve intención de ver (¿dónde la estrenaron?) se me pasó. Pero soy un devoto de "La delgada línea roja", y también, aunque no tanto, de "Badlands".

Quisiera matizar que a mí me ha gustado la película, y no sólo como ejercicio de estilo --que en cuanto tal no se le encuentra prácticamente parangón. De hecho, encuentro que la excesiva duración perjudica sobre todo al propio guión, que pierde contundencia, efectividad: al dar tantas revueltas uno termina casi inevitablemente por perder interés por lo que ocurre. Pero no me importa que sea larga porque se me haga pesada: es como un trance hipnótico, como un sueño de ésos interminables y no siempre placenteros pero que en el fondo uno no quiere que acaben. De hecho, estoy pensando en conseguir una "edición coleccionista", que incluye DVD y HD (Blu-ray), aunque no tengo de momento ni reproductor ni TV apropiadas. Si el DVD incluye el montaje del director (que me parece que son diez minutos más), no me importaría lo más mínimo, puestos a ello.

A lo mejor aún comento algo más, cortito, en cuanto encuentre las zapatillas de felpa...

Esther dijo...

La comparación con el árbol de la vida que ya hice en su día al presentar la peli no es gratuita: ambas películas son vitalistas, aunque nos sitúan ante el tema de diferente manera, con ciertas similitudes y una prolongada extensión... Yo también me extendería más en mi comentario, pero estoy con 38 y medio fiebre, sinusitis y bueno, fatal, pero además es que sigo viendo la imagen esa de Blogmen al abrir el blog y... bueno.. lo que ya dije... que una también necesita algo de ánimo para escribir... y no me siento "visualmente" invitada...


Au revoire

Pepe dijo...

Bueno, he visto el árbol de la vida y creo que tenéis razón al compararlas pues las dos tienen una intención de hablar de cosas transcendentes. Es como si las dos historias fueran la misma, pero una contada por un señor mayor y la otra por una moderna. Y si bien las moderneces de Noé pueden llegar a dar jaqueca, a Malick se le va la mano (y la olla) cuando se pone a contar la historia del mundo y parece que su intención sea hacerlo en tiempo real. Sr. malick, si quisiera ver 2001, vería 2001, que ya está hecha, y muy bien por cierto. Y la parte final de la playita y el vientecito es tan de libro de autoayuda versión de bolsillo, tan tan barata y prescindible...

Sin embargo, a mi la historia de la infancia del protagonista en me parece magistral, profundamente emocionante y yo sí me creo que la gente de la película puede pasarlo mal y sufrir y estar deprimida a pesar de vivir en esas casas espectaculares que tú mencionas.

Pero no estamos aquí para hablar de Malick, aunque sacara yo el tema, así que paro ya, y doy paso a otra cosa:

Esther, puedes comprobar que sobre el logo polémico, que no es más que un homenaje a una de las series más punteras de la TV actual, pone "nuestros sospechosos habituales". Habituales no quiere decir exclusivos. Los que hemos puesto en marcha esto del blog y lo hemos mantenido vivo somos hombres, pero nunca hemos tenido ninguna intención excluyente, ni mucho menos misógina o sexista. El resto de comentaristas, tengan o no tengan pene , seréis siempre bienvenidos y bienvenidas.

Maika, tú también!

J. Antonio dijo...

La verdad es que Mallick me da muchísima pereza. En cuanto a ésta, creo que con hubiera metido la tijera entre 30 y 45 minutos del metraje hubiera quedado una obra redonda a la que no habría nada que reprochar. Y quien me conoce sabe que normalmente pienso que las pelis duran lo que su director crea que deban durar. En cuanto al logo, creo que se explicó en su día más que de sobra y quien no quiera entenderlo es porque no le da la gana, no porque tenga razón.

Víctor dijo...

Tengo un viejo amigo en Sevilla que está escribiendo sobre cine a partir precisamente de presentar simultáneamente dos películas (eventualmente más, si le he entendido bien) que, teniendo algo en común realizan aproximaciones complementarias o simplemente diferentes (espero no estar chafándole nada --perdón, quiero decir, haciendo ningún "spoiler", aunque una cosa es decirlo así y otra escribir el libro).

Está claro que entre películas se pueden establecer afinidades (por poner un ejemplo, "Senderos de gloria" y "La cruz de hierro" presentan ambas a oficiales en pos de condecoraciones y/o ascensos, con consecuencias parecidas). Pero no me parece bien que a veces, llevados quizá por cierto entusiasmo, encumbremos alguna para poner la otra por los suelos: aunque no la haya visto, incluso me duele un poco que alguien aluda a una película de Mallick refiriéndose al árbol de la mierda (sin acritud ninguna, Luis). Ya digo, a veces el exceso de entusiasmo lleva a estas cosas, yo también he tenido esa tentación a veces, pero por mucho que haya gustado "Enter the void", ello no implica que haya que tirar ninguna otra a la basura. Aunque por lo que leo esta última tenga sus debilidades, y casi me estoy imaginando la escena de la playa.

Rubén dijo...

Creo recordar que "La dama del Lago" que comentaba José Antonio, no es de trama detectivesca antigua, sino una pieza bastante moderna, de un bloque de vecinos y algo así. Creo que la vi y no hace mucho en casa.

Pepe dijo...

Rubén puede ser que tu hayas visto LA JOVEN DEL AGUA que es reciente y va de una comunidad de vecinos de esas americanas no muy grandes y con la piscina en el centro. Es del indeletreable en mi móvil director de el sexto sentido y no está en camara subjetiva que yo recuerde

Sea como sea hay una película más antigua de trama detectivesca hecha en camara subjetiva integramente. Si la que menciona J Antonio es otra ya tenemos dos

Por cierto Víctor yo tampoco diría el árbol de la mierda, pero te digo que sí algo admiro de Luis es Su vehemencia opinatoria

J. Antonio dijo...

Efectivamente la que yo digo es cine negro de los años 40, no la del Shyamalan. He hecho la pregunta porque yo creo que no hay más.

JULI dijo...

Yo no calificaría de recomendable una película que de tan luminosa y colorida consigue hacer que te duelan los ojos y te obligue a mirar fuera de la pantalla. Y en esos momentos aún quedaba más de una hora de proyección.
Tampoco me muestra el menor interés una obra que a los veinte minutos estoy mirando el reloj.
Podría explayarme, pero no quiero ser tan repetitivo como la película, así que resumo: muy mala.

Rubén dijo...

Y el ganador de la metedura de pata de este comentario es: Rubén, por confundir "La dama del Lago" con "La Joven del agua".
Ahora viene el discurso tras recoger el galardón...
-"Ha sido una suerte que esto haya ocurrido después de haber conseguido el carné, porque un fallo así casi es motivo de retraso. Gracias a todos por vuestra consideración."

Víctor dijo...

En cierta ocasión, hace mucho, demasiado tiempo, un compañero de trabajo me dio la dirección de otro compañero de trabajo para que pasara por su casa y recogiera unas cosas (por entonces, el móvil era un artefacto casi completamente desconocido). Me dijo que vivía en la urbanización "Flor del Cabo". Salí para allá, y a pesar de dar más vueltas que la cámara en "Enter the void" fui incapaz de encontrar el sitio.

Y con razón: resultó que la urbanización se llamaba "Jardín de las Huertas"...