lunes, 5 de diciembre de 2011

Todos los “Caminos” conducen a Roma



Propone: Laura

Comenta: Rubén 



“Camino” es el título de un libro escrito por José María Escrivá de Balaguer y Albás, fundador del Opus Dei. Pero afortunadamente también es el título de una película de Javier Fesser, del año 2008 que pudimos ver en el cineclub por gentileza de Laura, y de su hermana.

“Camino” es una película que si la ves y te deja indiferente, ¡háztelo mirar, por favor! Porque es imposible que no te surjan emociones y sentimientos, bien a favor, bien en contra de la historia; por cierto, basada en hechos reales. Y evidentemente, el nombre de la película y su protagonista no ha sido aleatorio, es una clara alusión al libro que comentábamos anteriormente. Y es más, un camino es la vía que une dos puntos, bien físicos, bien espirituales. Basta con echar un vistazo a la poesía mística para entender este rasgo. Historia que podríamos contar brevemente diciendo que una niña tiene un problema de salud, que no consiguen los médicos dar con él. Vive nuestra pequeña protagonista en el seno de una familia ligada al Opus Dei y no diré nada más para obligar a la gente a visionarla.


 “Camino” en mi parecer es una historia dual. Por un lado, la protagonista, Camino, anhela ser una chica normal: tiene sus amigas, conoce el primer amor, le gusta bailar, quiere participar en una obra de teatro, pero por otro lado está sometida a la rigidez de una madre.


Creo que el teatro encarna mejor que ninguna otra manifestación artística la dualidad; no tanto por las dos caras de la comedia y la tragedia, sino porque se representa una historia dentro de la “historia” de la vida, los actores tienen una doble vida, la suya y la del personaje de la obra. Y esto viene a colación de la obra de teatro que un grupo de chavales del barrio quiere representar y Camino se presenta a la audición, donde conocerá a Jesús.


La madre representa, por un lado, el mundo real, rígido, sometido a normas y creencias. Camino representa el mundo ideal, la espontaneidad, la juventud, la vida (he dudado si ponerlo con mayúsculas). Y el padre, como un nuevo Zeus ante un juicio de Paris, no puede oponerse ni a su mujer ni a su hija, y se resigna, el pobre hombre, a contemplar, sufriendo, su existencia hasta que por fin, un día se enfrenta a todo, con unos resultados poco satisfactorios.



Durante toda la película se juega con ese doblez en la historia, dualidad en los nombres, tanto en el de Camino como en el de Jesús (el chavalito que le gusta), entre la Obra de Teatro y la Obra de Dios (especialmente al final), en el mundo onírico de la anestesia y el mundo real... Pero también abundan los símbolos, tales como la libertad encarnada en un frágil y pequeño ratoncito que alguien se empeña en capturar y alguien en liberar.


Se puede reflexionar sobre la naturaleza de las acciones de Dios, que en la película pone a prueba a unos padres. Se habla del “libre albedrío”, sintagma semántico que permite exonerar de culpa a un Dios, cargando a su creación con ella, liberándolo a él de toda culpa. Y nunca he podido cesar de hacer una comparación entre ese libre albedrío y el escritor griego Luciano de Samosata que ya en el siglo II de nuestra era (nació en el año 125) afirmaba en sus cómicos diálogos que no hay que ajusticiar al reo, sino a los dioses que orientan sus acciones, pues los mortales somos marionetas en sus manos. Si Luciano ya no creía en los dioses, el libre albedrío sirve para lo mismo, pues cuando interesa, está presente; y cuando no interesa, es obra de Dios. Bendita equidad.


34 comentarios:

pepe dijo...

Me gusta mucho el comentario, pero mi opinión difiere de la que expresas en el último párrafo, porque yo al único al que no veo aparecer por ningún lado en la película es a Dios, aunque todos dicen hablar en su nombre.

En cuanto a la película, me parece que Fesser domina y explota todos y cada uno de los trucos (dicho en el buen sentido) para tocar la fibra sensible al espectador, es como si pulsara el "botón de hacer llorar". Y aquí "llora el Rey, llora el Papa y de llorar nadie se escapa"

Claro, diréis, si todo fuera tan sencillo todas las películas nos harían sentir lo que les diera la gana, y no es así. Así que al final hay algo de magia en la técnica...

Bueno, os dejo con este tema para el debate, pero haced uso de vuestro libre albedrío y hablad de lo que queráis!

Rubén dijo...

Si Dios no aparece en la película puede ser por varios motivos. Quizá Fesser no pudo pagarle el caché que su representante pedía. Quizá sea tímido y no le guste ponerse ante una cámara (no recuerdo haber visto una sola foto de él). O quizá sea, como ya dijo Luciano, que no sea.

JULI dijo...

¡He visto a Dios!

¿Cómo suena esa afirmación? Desde luego, si pretendéis que salga en alguna película...
Ya sale en el chiste de los dos locos que están hablando:
-Me ha dicho Dios que yo soy el rey.
-Pues no, yo no te he dicho nada.

Por cierto Laura, esta película la tengo pendiente de ver, si puedes el miércoles, tráetela.

taratela dijo...

Personalmente el trabajo de Fresser me parece impecable, no solo porque consigue que sientas lo que el quiere que sientas, además funciona como un espejo y refleja independientemente de lo que pienses. Los creyentes se ven reflejados en los rituales y pensamientos de la madre y la iglesia y los no creyentes en la niña y su mundo. Todo esto deja testimonio de lo que es nuestro mundo. Unos incapaces de comprender o afrontar ciertas cosas, culpan o agradecen a Dios; otros asumen la responsabilidad de su propia vida.
Aunque aquí habría que matizar muchas otras cosas.
Respecto al libre albedrío, no deja de ser algo que implica la existencia de Dios, ya que se supone que es él el que nos permite elegir...
Ahí lo dejo...

Ok, Juli. Te la llevo
^_-

taratela dijo...

Perdón: refleja a cada uno lo que piensa.

Pepe dijo...

Desde luego, si pensáis que cuando digo que Dios no aparece en Camino me refiero a que no aparece en las imágenes, o tengo un problema de expresión o vosotros de comprensión.

Lo que digo es que ni en las instituciones que se retratan ni en los personajes que las representan en la película encuentro ningún rastro de Dios ni de su "obra". Y yo no creo que la película sea un espejo. El trabajo del director es impecable, eso está claro, pero en absoluto es objetivo. En mi opinión está muy claro de qué lado de la historia está.

Por cierto, me encanta la actuación de Jordi Dauder, recientemente fallecido, y la de todo el elenco de la película, incluida la breve pero esclarecedora aparición de Ángela Boj.

Rubén dijo...

Yo creo, replicando a Laura, que el libre albedrío es una invención más de los hombres para poder argumentar las injusticias sociales o naturales como terremotos y demás que evidencia una ausencia de divinidad. Como no se puede defender religiosamente una injusticia, nos hemos inventado el libre albedrío para no tener que negar la existencia de dios.
Esto ahora mismo suena pueril, pero si os situáis en la mente medieval, es fácilmente asumible.

taratela dijo...

Eso creia yo Pepe, pero no sabes la de criticas u opiniones que he leido diciendo que la pelicula retrata perfectamente las bondades del Opus Dei, pero de verdad, no como lo entendemos nosotros. Eso me hace plantearme que realmente como el director afirma siempre, ha conseguido una pelicula espejo.
Respecto a la replica de Ruben, eso no es una replica, es exactamente lo que yo he dicho, jejejeje

Rubén dijo...

Pues entonces Laura, discúlpame pero te entendí mal.

taratela dijo...

A menos Rubén, que hables en castellano antiguo, que viniendo de ti nunca se sabe...

JULI dijo...

El castellano antiguo es una evolución del latín y eso ya es ser demasiado moderno
:)

pepe dijo...

Del latín vulgar para más inri!

J. Antonio dijo...

Dios sale en la peli. Es la escena filmada en super 8 en la película familiar que rueda el padre. Creo que es justamente el plano de la peli.
A mi me encanta que las pelis, me hagan reir, llorar, dar miedo, indignarme contra las injusticias. Lo que no soporte es que me aburran. Y ésta no lo hace. Creo que refleja al Opus tal cual es, sin sensacionalismos baratos (ese monje albino asesino de El código da vinci no se lo cree ni Dios).

Víctor dijo...

Lacan (perdón por la pedantería) es un autor por el que ya no siento muchas simpatías, pero algunas de sus (oscuras) formulaciones son útiles a veces. La tríada real / imaginario / simbólico en este caso es una de ellas.

Rubén escribe que la madre está en lo real, y Camino del lado de la vida. En efecto, los dioses para Lacan "pertenecían" a la realidad: puesto que nuestra realidad está construida simbólicamente, todos los días hablamos de ella; sin embargo lo real es algo distinto, un núcleo irreductible, algo traumático que no puede ser simbolizado (es decir, expresado con palabras). No todo en la realidad puede ser desenmascarado como una ficción (los dioses formando parte de ella); basta con tener presentes ciertos aspectos -puntos arbitrarios- que tienen que ver con el antagonismo social, la vida, la muerte, y la sexualidad. Lo real no es ninguna especie de realidad detrás de la realidad, sino el vacío que deja a la realidad incompleta e inconsistente. Es la pantalla del fantasma; la propia pantalla en sí es la que distorsiona nuestra percepción de la realidad.

Que se puede imponer a otros: la madre siempre podrá decirle a la niña, a su hija: "Qué mala que eres" o "Eres una santa". La identidad de la niña ("condenada" a no ser sólo persona, también símbolo, "Camino") terminará dependiendo de cómo asuma las palabras de sus padres --de su madre, en este caso. Su relación imaginaria consigo misma (yo soy esto o aquello) se construye desde un afuera.

Y finalmente, cuando irrumpe eso real, terrorífico, que resiste toda racionalización y cualquier categoría (la enfermedad y la muerte) la madre responde con un discurso eminentemente simbólico, el de la fé. Que vive con sometimiento fanático: no importa su deseo, sino el misterioso deseo divino, que hay que acatar aunque no se entienda. Parecería que a eso se reduce su fé. Y como dice también Rubén, el padre es incapaz de dictar una ley que prevenga excesos, como sería su cometido.

Todo esto son sólo apuntes para otra aproximación: comentando la película me dí cuenta que hay muchos aspectos que tendría que revisar. Pero digamos que para mí la moraleja es: que cada cual viva según lo que quiera ("Esperad lo que os plazca", decía el mismo Lacan), pero por favor, que no intente imponerlo. Ahí estaríamos ya ante un síntoma, por así decir.

Espero no haber abusado de mi libre albedrío...

Víctor dijo...

Dos cosillas más:

Pepe, me parece a mí que la magia de la técnica es tal que hasta se podría decir también que el cine no es más que su técnica... En este caso, totalmente de acuerdo, Fresser hace perfectamente su trabajo.

Laura, a lo mejor el problema del libre albedrío se puede pensar también desde el ateísmo: por ejemplo, una máquina no tiene libre albedrío, tiene que repetir su ciclo para siempre, o al menos hasta que se le acabe la energía o se estropee. Nosotros, ¿somos o no algo más que máquinas extremadamente sofisticadas? ¿Podemos realmente elegir? En el artículo de la Wikipedia al respecto se puede leer esta cita de Spinoza: "Los Hombres se creen libres porque ellos son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza".

Bueno, vaya mañana, ya está bien... Desde luego, hay que reconocer que la película da mucho que hablar, ¿no?

Rubén dijo...

Hay una cosa de la película que no entiendo; si la obra de teatro a representar es La Cenicienta, ¿por qué suena La Bella Durmiente?

Rubén dijo...

Se me olvidaba una cosita. Si la película actúa como un espejo, como muy bien dice Laura, ahí tendríamos una muestra más de esa dualidad que me ha servido para redactar el comentario: el cuerpo físico y su reflejo.
Y ya que hablamos de dualidades y de realidad e imagen, ¿qué os parece el Mito de la Caverna?

Sistebbins dijo...

Dejaos de echar vistazos a la poesía mística, de Lacan, del Mito de la Caverna y salir por ahí a bailar y a endrogaos y a ligar!!
HOMBRE YA!
El libre albedrío es pillarte medio pollo y pasar el mejor finde de tu vida, LOCOOOOO!!!

Ah!! Eso si.
Pepe y Victor, el cine no es simplemente la técnica, por suerte hay muchas formas de aplicarla.
El condemor usa los mecanismos típicos del humor (lo que sería la técnica) pero no es lo mismo que los Fabulosos Tenenbaun aunque usa los mismos mecanismos en muchas ocasiones.
Quiero decir que la técnica está ahí pero hay muchas formas de utilizarlas. Por ejemplo titanic hace llorar a mucha gente, pero a base de tópicos. O Viernes 13 que da miedo a base de sustos.
Usan la técnica pero no tienen nada que decir... usan la técnica por la técnica en lugar de poner la técnica al servicio de la historia.
Claro, el problema con estas mierdas, es que no hay que poner nada al servicio de la historia porque la historia no significa nada.

Un saludo, mierdas secas!

Pepe dijo...

Estoy completamente de acuerdo con Si Stebbins, en lo de la técnica y en lo de endrogarse! Y aún añadiré más: Hay un ingrediente que no se sabe lo que es, será la historia o yo qué sé (porque las historias también se construyen con técnicas)o más bién una conjunción de todos los elementos técnicos y artísticos que diferencian ese momento realmente grande dentro de una película...me guardo algo de todo esto para cuando comente Encuentros en la Tercera Fase, que va por ahí lo que pensaba decir.

En cuanto a Lacan, yo siempre he sido más de Lacón!

Rubén dijo...

Y si el lacón te lo traen en un Platón, no DesCartes que sea mejor, porque la Kant-idad importa.

Víctor dijo...

Recuerdo a la desaparecida Gloria Fuertes contando una de sus historias, donde le preguntaban a un ciprés que porqué estaba siempre tan serio. El ciprés entonces protestó, "No, pero si yo no soy serio, lo que pasa es que, jo macho [aquí era quintaesencialmente ella], me han puesto en un sitio..."

Yo también estoy de acuerdo contigo, Si Stebbins, y si alguien está leyendo esto y se siente agobiado por la duda de escoger entre quedarse en casa un sábado por la noche leyendo a Lacan o salir a vivir y a divertirse, mi consejo es que ni lo dude, con pollo o sin él. Que tampoco me parece mal, lo del pollo, siempre he dicho que uno de vez en cuando es hasta sano. Si no fuera por la resaca...

Como en el caso del ciprés, lo que pasa es que esta película me deprime un poco --confieso que no hace falta mucho para lograr este efecto últimamente, aunque con esto no quiero quitarle méritos. Sería otra confirmación más del "efecto espejo" del que habláis, y por cierto Lacan habla también del "estadio del espejo"... pero tengo la impresión que no es momento de introducir el tema, quizás sería mejor dejarlo estar... No sé si es porque la recuerdo mal (particularmente tengo olvidada esa parte sensiblera que decís), digamos que veo en ella más una tragedia que un melodrama.

En cuanto a la cuestión de la técnica, creo que en el fondo decimos lo mismo. ¿Qué es Titanic sin su técnica? Tópicos. Pero incluso las buenas películas, las que proponen "he aquí el mundo: ¿no es cómico?" o "¿tiene sentido?" se sostienen en cada caso en su técnica. La historia, el argumento a palo seco, se puede contar en un momento. Pero a lo mejor esto es un poco extremo: técnica no es poética. La técnica al fin y al cabo es algo mecánico, como cuando decimos "el resto es cuestión de técnica". No quería, pero admito que también tienes cierta razón.

Y como última confesión (tampoco se trata de poner todas las cartas boca arriba ya de entrada) diré que me he sentido dolorosa e imaginariamente identificado con la simbolización contenida en el incluso cariñoso apelativo, "mierdas secas". Entre esto, el siempre saludable lacón de Pepe y hasta con Rubén quemando magistralmente las naves (Rubén, tío, genial, ¿es creación tuya?), yo te preguntaría, Pepe, si no estaría en tus manos hacer desaparecer discretamente mi comentario...

Hasta pronto, saludos!

Rubén dijo...

Scripta manet, Víctor.
Y sí, es creación mía. A veces aflora algo así en mi ser.

Pepe dijo...

Supongo que eso de "scripta manet" es lo mismo que yo iba a decir de manera más castiza con una frase del tipo "carta en la mesa, pesa". Es decir, aquí no se censuran comentarios ni tampoco se retiran a petición del escribiente, y mucho menos por supuestas presiones de la masa humorística. El comentario será más o menos afortunado, pero seguirá siendo (en un plano real, iamginario o simbólico, según preferencias de cada lector)

Por mi parte pido disculpas a los lacanianos que haya por aquí, por si alguien se ha sentido ofendido con mi afición a los platones de lacón, que según mi perímetro abdominal no es siempre tan sana como dice Víctor.

Saludos a todos y seguid comentando!!!!

J. Antonio dijo...

Como gracia está bien, eso de plantear o salir el sábado por la noche o quedarse en el blog posteando sesudos análisis filosóficos. Pero la realidad es que la mayoría de estos comentarios están escritos en días entre semana y en horario laboral. Si a esa hora estuviéramos bebiendo y desfasando, posiblemente tendríamos algún problemilla laboral. Bueno y si nos pillan escribiendo en el blog en el curro, pues también.

Anónimo dijo...

No leo nada de este blog porque decís cosas muy largas.

Anónimo dijo...

Largas o largos????

Rubén dijo...

¿Eres Anónimo o Anónima?

Anónimo dijo...

Soy anónima.
Pero no me fastidies que ahora vas a intentar ligar conmigo?
Que original.
Se dice largas, escribís cosas muy largas.
No van a ser cosas muy largos.
Con lo tontitos que os ponéis haciendo referencias a chorradas de filosofía clásica y demás y luego me venís con esto de largas o largos?

Saludos.
Fdo: Maika, una lectora del blog (así dejo de ser anónima :D)

Rubén dijo...

Yo creo que son largos, escribimos comentarios muy largos, pero muy muy largos en ocasiones.
Pero lo expreso con ironía, que conste.

Pepe dijo...

Bienvenida Maika, creíamos que eras un amiguete que siempre se olvida de firmar, y como habíamos estado discutiendo sobre género (gramatical y social) pues por ahí iba la coña.

En cuanto a las longitudes, en mi opinión las cosas no son largas o cortas per se, sino en comparación al espacio que necesitan. En ese sentido casi todo está bastante ajustado por aquí, ¿no creeis?

Anónimo dijo...

Encantada, Maika, creo que a este blog le van a venir muy bien tus opiniones, las des de forma anónima o no!


UA (Un Admirador)

Anónimo dijo...

Pues yo, si os hace ilusión, dejo comentarios. Pero ya os digo que por lo general a medio post me suelo cansar.

Saludos.
Maika.

Anónimo dijo...

Eso suena refrescanteeee!

:D



UA

Anónimo dijo...

Cogemos al Che Guevara y lo presentamos como un sacerdote que hace el bien por el mundo y al final acaba beatificado en el Vaticano. La película no es irónica, ni alegórica, ni metafórica, no tiene dobles lecturas, sino que la hacemos ab-so-lu-ta-men-te en serio. Y además decimos que está basada en hechos reales. ¿Absurdo? Eso es Camino.