Comenta: José Antonio
Saludos golfantes. Hoy tenemos en nuestro blog programa
doble. Se trata de dos películas que trajeron a nuestro cineclub Rubén y
Victor. No se trata de comparar cuál es mejor. Como ambas trataban el mismo
tema pero desde perspectivas muy diferentes, me ha parecido interesante agrupar
los dos comentarios en uno. Aunque los detractores de las entradas al blog
largas se caguen en mis muertos. Aún así, trataré de ser breve. El tema son los
estragos que causó la dictadura nazi durante la Segunda Guerra Mundial en
escenarios bien distintos: Italia y Rusia. Se trata de “Roma ciudad abierta” y
de “Masacre. Ven y Mira”.
La primera es una de las obras cumbres del neorrealismo
italiano y está dirigida por Roberto Rosellini en 1945. La película está
filmada cuando los italianos todavía están expulsando al ejército alemán de su
país y sus escenarios nos muestran la devastación de Roma como consecuencia de
la guerra. Arrasados los estudios de Cinecittà durante un bombardeo, los
cineastas italianos recurrieron a los espacios naturales para contar sus
historias y recurriendo a actores no profesionales. La cinta tiene un cierto
fondo de idealismo, que muestra como héroes a todos aquellos que lucharon
contra los nazis desde la clandestinidad y que no dudan, en caso de llegar el
momento, de dar sus vidas por su país. Siempre me ha dejado la sensación de que
Rosellini también buscaba ganarse adeptos para la causa y movilizar al pueblo
contra el enemigo común. No hay que olvidar que en el año en que se filma,
todavía quedan nazis en Italia, por lo que seguramente se buscaba con ella el
reclutar a algún posible indeciso.
La segunda de las películas se rodó en circunstancias muy
diferentes. En 1985, la Unión Soviética encargó al cineasta Elem Klimov esta
obra para conmemorar el 40 aniversario de la expulsión de las tropas de nazis
del país. Aquí no hay idealismo que valga. Se trata de una película dura, en
algunos momentos difícil de soportar, que trata de reflejar la barbarie que
hicieron los nazis en su invasión de Bielorrusia. No hay lugar para el
heroísmo. El protagonista es un niño que es movilizado para ir al frente y
básicamente no hace nada en toda la película excepto llorar y huir a medida que
se enfrenta al horror. Los guerrilleros
se enfrentan a un enemigo que elimina sistemáticamente todas las aldeas por las
que pasa, sin importar que sólo queden mujeres y niños. El rostro del
protagonista va cambiando a medida que avanza el metraje, conforme van
aniquilando su inocencia, hasta el punto de que en los momentos finales parece
el de un anciano. Las calles de Roma se ven sustituidas aquí por los bosques de
Bielorrusia y sus aldeas, que sirven de refugio para los luchadores de la
resistencia. Se trata de una película bastante desconocida para el público en
general, pero quizá se deba a que su dureza no la convierte en un plato al
gusto de todos. Al verla recordé una peli reciente protagonizada por Daniel
Craig, “Resistencia”, que contaba precisamente la lucha heroica de estas
milicias que combatían a los nazis desde los bosques.
Dado el retraso que tenemos en el blog, aunque en las
últimas semanas la cosa se ha movido un poco más, si hubiera caído una tercera
película sobre la Segunda Guerra Mundial se podría haber incluido aquí también
para hacer el tres en uno. También está la opción de repasarse también el
comentario de “La hora 25” entre las entradas viejas del blog. Al final me ha
quedado más corto de lo que pensaba. Nos vemos en el próximo.
15 comentarios:
Ciertamente se ha quedado bastante corto para lo que estas dos obras maestras del cine, cada una en su diferente ejecución, hubieran podido dar para escribir. Así pues, y con la venía del respetable, subiré como comentario la presentación de "Roma, città aperta" cuando llegue a casa.
Bueno. Tienes la peli entera. Aunque es cierto que las dos pelis dan para tener su propio comentario.
Ah no, al final Pepe no se ha atrevido a poner el enlace con la peli entera. Bueno pues está en youtube, no hay más que buscar el título y sale. Ah y añadir respecto a la longitud del comentario que el señor editor nos ha exigido textos más cortos. Y yo me debo a mi editor.
Yo tengo la peli entera en casa. Lo digo por si alguien no la ha visto y quiere verla, se la dejo (siempre para uso doméstico).
Yo seguiré con los comentarios de seiscientas palabras, salvo que el Editor indique lo contrario.
No es que no me haya atrevido, es que youtube no la dejaba insertar. he cogido esta escena, que me parece la más emblemática, pero al que quiera verla, que la busque en youtube, que es de lo más recomendable. aún no he visto Masacre, así que no puedo opinar, voy aver si la veo pronto, aunque no la veo muy adecuada para las fechas navideñas.
Yo sigo pensando que este comentario es una inocentada por haber salido publicado hoy.
Y aquí os dejo la presentación de Roma, città aperta.
Hoy quiero iniciar un ciclo de tres películas dedicado a la ciudad de Roma, por eso he traído Roma, città aperta, un film de Roberto Rossellini, con un guíon que data del año 1944 y rodada a lo largo de tres meses iniciándose en enero de 1945 y en localizaciones de la ciudad devastada por los bombardeos, mientras la II Guerra Mundial todavía estaba en curso. Fue finalmente estrenada en este año del 45 pero en España, por ejemplo, no lo haría hasta 1969. Fue premiada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
La ciudad eterna, ocupada por los nazis. Un líder comunista de la resistencia huyendo de las SS. Un párroco disidente que colabora con la resistencia. Una amante despechada... todo esto son algunos de los ingredientes de esta soberbia película rodada a los dos meses de que los mismo nazis abandonaran Italia y estrenada en el ocaso del III Reich. Una ciudad en guerra... y la triste realidad de que la vida sigue.
Se ha dicho que la película está rodada a modo de documental con actores no profesionales, excepto Anna Magnani en el papel de Pinna y Aldo Fabrizi en el papel del Padre Pietro pero según parece, Rossellini siempre dijo que la rodó como película y no como documental. Además, está considerada una obra maestra del Neorrealismo italiano, junto a “El ladrón de bicicletas”, aunque para nuestro director, este movimiento era una cuestión moral y de comportamientos humanos más que de otra cosa. Eso sí, destaca en la película la técnica narrativa de Rossellini, una especie de inmediatez, motivo por el cual no trabajó con actores profesionales y el guión no les era entregado a los artistas hasta la noche anterior al rodaje de la escena; hecho que propició el rumor de que la película carecía de guión, si bien el rumor es cierto en parte pues aunque no hubiese guión, los diálogos estaban escritos, pues el propio Rossellini participó en la elaboración de los argumentos y los diálogos. Fue grabada en material casi caducado por la escasez de celuloide, y eso sí, sin sonido y posteriormente doblada en estudio.
Roma, città aperta tiene fama de ser una película filmada a salto de mata, con improvisaciones, sin guión y esos problemas de escena, esas improvisaciones son las que transfirieron a la película ese sentimiento de documental, pero realmente Rossellini buscaba nuevas perspectivas. De hecho se ha comentado en algunos foros que todos los planos de la película están descentrados ligeramente.
La historia está basada en hechos reales, en parte, pues durante la ocupación nazi, el sacerdote romano Luigi Morosini se dedicó a proteger y esconder a los partisanos. Luego, hay otros datos verídicos; por ejemplo, las ancianas que salen en la pensión, son realmente la casera y la criada de Sergio Amidei (guionista de la película junto a Rossellini, Fellini y Alberto Consiglio), y la escena de la terraza (que es la de finca donde él vivió está inspirada en algo parecido que le pasó, pues era Amidei de extrema Izquierda, vivía cerca de Piazza de Spagna y vio a más de un compañero fugarse por la azotea.
No es una película que deje buen cuerpo, pero las imágenes, tanto las simbólicas como los paisajes, son impresionantes. Eso sí, contrasta ver a los nazis con gestos típicos italianos.
Y el que quiera la versión resumida que se lea mi comentario. Jajajajjaa.
Me quedo con la versión reducida.
A veces con pocas palabras se pueden expresar muchas más cosas, sobre todo si tienes poco tiempo para mirar el blog.
Y respecto a lo de "obras maestras", pienso que este argumento solamente debería usarse para un número reducido de obras, ya que si se generaliza a obras simplemente buenas, o incluso muy buenas, pierde la contundencia de su significado.
Buenas, me ha costado un buen rato leerlo todo, total para concluir que Rubén se podría haber ahorrado el largo comentario, sustituyéndolo por un enlace de wikipedia y que Julián nos dirá a partir de ahora a qué películas podemos llamar obras maestras y a cuales no.
PD: Todavía no he visto Masacre
PD2: FELIZ 2013!!!!!
Pepe, nada más lejos de mi intención el otorgarme la omnipotencia de determinar la calificación de obras maestras o no.
Lo que sí puedo hacer es corregir tu texto, indicando que, en la última frase, si pones tilde en "qué", también ponerla en "cuales", puesto que ambas cumplen la misma función.
;)
Hombre, yo creo que sí se puede decir que Roma Ciudad Abierta es una obra maestra porque fue una de las que abrió el camino a otras muchas más. Sobre si se podía haber hecho en más largo, tengo en casa un cuadernillo del periódico El Mundo de cuatro páginas que dieron con la película cuando me la compré. Podía haberlo fusilado, pero en este caso me parecía más interesante hacer el contraste entre las dos pelis. ¿Ha sido interesante el experimento?
Bueno, a mí también se me cuelan gazapos, me ha faltado poner "debes" entre "también" y "ponerla".
Sí yo también me acabo de pillar algunos.
Pues sí es interesante el experimento. Y sobre todo, ayuda a despejar la lista de pendientes de comentar.
Respecto a lo de las obras maestras, aclaro que la afirmación en plural para los dos películas no me parece acertada, ya que Masacre, aunque es una buena película, no la considero merecedora de ese calificativo tan rotundo. Otra cosa es Roma ciudad abierta, que sí se puede incluir entre las privilegiadas.
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