Como podéis imaginar por el título de esta noticia, hoy no vamos a comentar precisamente una comedia romántica. Aún diré más, con esta peli cierra Laura con el apocalipsis una trilogía que empezaba con la muerte y seguía con la decadencia. La trilogía del buen rollo, podríamos llamarlo.
Bueno, al grano. El tiempo del lobo es la película que nos ocupa. El director es el austríaco afincado en Francia Michael Haneke, del que ya vimos en el club la fantástica Funny Games. En este caso nos presenta de nuevo a una familia de clase media de una sociedad occidental cualquiera a la que de repente se le desmorona todo su universo. No quiero contar más porque la película, aunque no juega la baza del suspense, sí mantiene cierto desasosiego en el hecho de no dejarnos nunca saber del todo qué ha ocurrido.
La película toma su título de la mitología germánica, en la que “el tiempo del lobo” es el momento anterior al fin del mundo, en el que reina el caos y se derrumban las más altas torres. Un tiempo en el que los valores se dan la vuelta y la lucha por la supervivencia es lo único que realmente importa.
Haneke no da ninguna concesión al espectador, como podría ser plegarse a las convenciones de un género determinado. La película empieza y acaba de forma abrupta, es seca y descarnada. No toma partido por nadie ni por nada, se limita a mostrarnos a estos personajes perdidos a los que les han arrebatado de golpe todo lo que daban por sentado y que no se paran a reflexionar porque bastante tienen con adaptarse a la nueva situación.
Por cierto, aunque siempre hace lo posible para que no se le note, ya que (supuestamente) su cine huye del manierismo formal y de cualquier rastro de esteticismo, en estas imágenes podéis vislumbrar lo bien que se maneja Haneke con el formato panorámico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario