viernes, 30 de diciembre de 2011

Los reyes del rock

Propone: Manuel
Comenta: José Antonio




Eres más falso que un documental del Golfa. Ésta es una expresión que pronto podría pasar a engrosar el lenguaje popular a tenor de la gran cantidad de los que en los últimos meses hemos tenido ocasión de ver. Nuestro compañero Manuel nos trajo hace unas semanas "This is Spinal Tap", un falso documental del año 1984 que se encuadra en el género de la comedia sobre un supuesto grupo de rock que había evolucionado desde una estética beatleniana en los 60 a una banda de heavy metal norteamericana de los 80.


Dirige el invento Rob Reiner, uno de esos directores que entre los 80 y los 90 lograron títulos de gran repercusión comercial como "Cuando Harry encontró a Sally", "Cuenta conmigo", "La princesa prometida", "Algunos hombres buenos", "Misery" o "Algo para recordar", entre otras. "This is Spinal Tap" es una de sus primeras películas y su formato es más televisivo. Tengo que reconocer que nunca había oído hablar de ella a pesar de que algunos la colocan en esas absurdas listas sobre las mejores películas en la historia del cine. Según la revista Empire, estaría en el puesto 50 de una lista de 500. Manuel en su presentación la colocaba en otro puesto más alto en otro ranking: el top ten de películas con las que la gente miente cuando dicen que la han visto. En el caso de España, no es raro que sea desconocida, ya que jamás se ha estrenado y sólo está disponible en circuitos de Versión Original. Así que el que te contó que esta peli había perdido mucho con el doblaje es uno de esos mentirosillos. Tras haber visto esta rareza (y yo no miento) diría que no está mal, pero tampoco es para tanto.


El documental empieza cuando Spinal Tap, un grupo británico  con más de veinte años de trayectoria a sus espaldas, se traslada a los Estados Unidos. A través de las entrevistas vemos su descenso y decadencia. En el caso de que se tratara de un documental real y un grupo real, habría ciertas cosas que no podrían meterse en esta peli ni de coña. Aquí vemos las peleas entre sus miembros, sus malos rollos, las censuras de la discográfica, etc. Cosas impensables si fuera un documental real en el que saliera gente con nombres y apellidos. También se aprovecha para cachondearse de las bandas de heavy metal de los 80. La estética de los rockeros es hortera a más no poder, y las letras tienen unas  metáforas sobre temas sexuales que son vulgares por lo evidentes que son. El grupo tiene hasta su propia leyenda negra: sus baterías no les duran mucho y siempre lo pierden en dramáticas y misteriosas circunstancias. Asistimos, pues, al ascenso y caída de Spinal Tap hasta que al final los vemos resurgir de sus cenizas.


Todo el reparto está lleno de grandes veteranos. Algunos de sus nombres no nos dicen nada, pero todos ellos están presentes en muchos títulos que han pasado a la cultura popular. Por citar un ejemplo. El nombre de Harry Shearer, probablemente no dirá nada a nadie. Sin embargo, la perspectiva cambia cuando nos dicen que es el actor que lleva poniendo voz durante más de 20 años a Bart Simpson, así como a varios personajes de la ya mítica serie de la familia amarilla (como el señor Burns, Smithers, Ned Flanders, el reverendo Lovejoy y una larga lista de secundarios más que no voy a repetir pero que da una idea de la gran cantidad de registros de los que es capaz). Todos los miembros del reparto son grandes amigos en la vida real y suelen participar en otras películas de Reiner, aún haciendo cameos y pequeños papeles. Incluso después de la película han seguido juntándose como Spinal Tap, ofreciendo conciertos y lanzando al mercado hasta tres discos. Así es como el documental falso, finalmente se convirtió en auténtico.



12 comentarios:

JULI dijo...

Esta noche veo la peli y opino, que no estuve el día de la "premiere".
Por cierto, muy instructivo e interesante el comentario.

Pepe dijo...

Una apuesta interesante de Manuel, aunque estoy de acuerdo con José Antonio en que dada su fama en ciertos círculos, es prácticamente imposible que no te decepcione un poco.

Eso sí, a los muy aficionados a la música les encantará, porque según me dicen muchos de los gags estan basados en anécdotas reales o en rumores y leyendas sobre verdaderas bandas de la historia del Rock.

Así pues, resulta que es posible que en este falso documental haya más verdad que en uno verdadero autorizado por los protagonistas y convenientemente "maqueado" a mayor gloria de la banda o grupo en cuestión.

Qué cosas...

Pepe dijo...

Juli, yo creo que te va a gustar mucho...ya nos dices

J. Antonio dijo...

¿Quién sabe? Con lo que te gusta este tipo de música igual hasta encuentras ejemplos de cosas reales.

Rubén dijo...

Y todavía falta "Borat", otro falso documental. Desde luego, el ciclo 13 se ha caracterizado por este hecho.
Ejemplos de cosas relaes sí que hay; basta con recordar los Beatles y a la señorita Ono para darse cuenta del nivel de parodia que hay en esta película.

J. Antonio dijo...

Y Paraísos también es otro falso documental.

JULI dijo...

Ya la vi ayer. Sí que hay anécdotas/sucesos reales que se parodian aquí.
Aparte de los Beattles, que ya apunta Rubén, nos encontramos con cosas como las referencias a la leyenda negra de la historia del rock en las muertes de los baterías del grupo: se dice de unos cuantos rockeros que murieron ahogados en su propio vómito, pero al parecer solo es cierto en el caso de Hendrix, es lo que tiene mezclar alcohol y pastillas para dormir.
De las letras sexuales y los pantalones de mallas ya ha hablado Jose Antonio y son una parodia de algunos grupos de la época. Por poner un ejemplo había un grupo conocido por sus iniciales W.A.S.P. (We Are Sexual Perverts), cuyo principal éxito es un tema titulado: "Animal (fuck like a beast)".

Pepe dijo...

Y tirando a lo patrio, ¿no había un grupo que se llamaba SEMEN-UP?

Rubén dijo...

Sí, existía ese grupo llamado así.
Y otros como: Tarzán y su puta madre buscan piso en Alcobendas.

Pepe dijo...

Esos eran vecinos de Chema y de las hermanas Cruz!

JULI dijo...

Eso sería porque al final encontraron el piso. Me parece que ya solo se llaman Tarzan.
Nunca entendí que Tarzán quisiese mudarse a Alcobendas, ¿no sería que habían puesto allí el Ikea?
De todas formas, creo que hubiera quedado mucho mejor si se llamaran Orzowei.

Sistebbins dijo...

CUIDADO!!

No mentéis Alcobendas en vano, esos mierders de Tarzan y su puta... NO eran de Alcobendas!!

No me la liéis que me pongo to loco!!

Un saludo.
PD: No intentéis ligar conmigo que escribís muy largo!