viernes, 19 de septiembre de 2008

Árboles Genealógicos

Propone: David
Comenta: Pepe

Parece que en este ciclo nos ha dado un poco por las relaciones familiares, un tema que de tan jugoso que es se quedó en bastante poco cuando vimos Familia Rodante, pero de eso ya nos ha hablado, y muy bien, José Antonio. También Hacia rutas salvajes, El hijo de la novia e incluso En bandeja de plata o Matar a un ruiseñor, de las que hablaremos próximamente, exploran las enmarañadas ramas de los árboles genealógicos desde distintas perspectivas.

Aquí de lo que vamos a tratar es de Familia, a secas. Se trata de una película de 1996 que supuso el debut en la realización de Fernando León, que pasó el examen de la opera prima con muy buena nota y luego nos ha ido regalando una serie de películas con una temática más social como Barrio (1998), Los lunes al sol (2002) o Princesas (2005). Todas muy chulas.

Fernando León venía de una fructífera carrera como guionista de cine y TV, y eso se nota, ya que el punto fuerte de la película es precisamente su guión, cómo va hilando las situaciones para producir escenas que pueden hacernos reír, emocionarnos o crisparnos… y sobre todo, y eso es muy de agradecer en los tiempos que corren, sorprendernos con hábiles giros en la historia. Así que si no has visto la película, te recomiendo que te saltes el siguiente párrafo, en el que la destripamos un poquito.

En Familia, un grupo de actores es contratado por un excéntrico solitario (Juan Luis Galiardo) para que se hagan pasar por su familia en el día de su cumpleaños. Lo más interesante de la película es cómo combina los diferentes niveles del relato. La familia ficticia y sus relaciones se solapan con las relaciones verdaderas de la compañía de actores, que también forman una peculiar familia, cuyas reacciones son al fin y al cabo tan ficticias, tan sujetas a convenciones, como las de los personajes a los que interpretan.

En mi opinión, eso es precisamente lo que la película se pregunta, si en las familias estamos permanentemente interpretando nuestro propio papel, si hay un guión al que nos ajustamos, si, en suma, todo es un puro convencionalismo, o dicho de otro modo, una mera representación. Yo no me atrevo a responder, pero añadiré que, como creo que diría el protagonista de la película, por muy convencional, extraña, ficticia o peculiar que sea tu familia, siempre es mejor eso que pasar solo el día de tu cumpleaños.

Sólo una cosa más, dedicada a Iván y a modo de corolario: Estas cosas me vinieron a la cabeza mientras me divertía viendo Familia. En Familia Rodante miraba el reloj.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer vi el famoso rwloj de Ivan y tiene un pequeño problema porque cuando ya te has tomado tres copas puedes liarte al calcular la hora.

Anónimo dijo...

Espero que a esta familia, aunque sea de pega, nunca se le ocurra irse de excursión en autocaravana. Podría ser soporífero.